El Porsche Panamera Sport Turismo es un concepto tan revolucionario para la marca como lo fue en su día el Cayenne. La principal diferencia es que el Cayenne tenía un inequívoco sentido comercial, aunque no cabía ni a golpes en la filosofía Porsche, mientras que el Sport Turismo representa (a mi entender) la evolución lógica de Porsche hacia una ampliación de la gama coherente con la marca y con los tiempos que corren.
Hoy me gustaría compartir con los lectores un vídeo publicado por la propia marca en el que nos explican en detalle cómo fue creada la forma final a partir de sucesivas maquetas a escala real. Siempre resulta interesante ver las tripas de las cosas explicadas por sus protagonistas, pero pocas veces tenemos ocasión de entrar en el taller de prototipos de una marca emblemática. Hoy es una de esas raras ocasiones, así nace un Porsche.
Por supuesto, antes de ponerse a construir modelos físicos existe una fase previa de diseño 3D en el ordenador (aunque no se menciona, se da por supuesto) en el que ya se visualiza con un elevado nivel de detalle una versión «final» a construir. Tampoco vemos los prototipos a escala reducida que sin duda han precedido a estas maquetas, pero podemos estar seguros de que habrán existido.
Al margen de la sucesión de maquetas y materiales que van dando forma al vehículo, llaman mi antención algunos puntos del vídeo que me gustaría comentar.
Para empezar, no es nada nuevo pero sí algo vital, saber que lo más importante en la estética de un vehículo (y de cualquier otro cuerpo material) son las proporciones. La relación alto/ancho es la clave principal en la estética de cualquier coche. Mucho antes que el estilo general o los detalles como faros, llantas o colores, están las proporciones. Esta máxima ya era conocida en la antigua Grecia y se diría consustancial al sentido estético del ser humano.
Otro detalle que me parece importante en este proceso creativo es la búsqueda de las señas de identidad Porsche a través de sutiles claves estéticas, pequeños o grandes rasgos «familiares» que se apoyan en la memoria no consciente del espectador, para dar a entender que se trata de un Porsche.
Las nervaduras del capó, la forma de los faros, la forma de los pasos de rueda o de la parte trasera hablan un lenguaje coherente y conocido, a pesar de tratarse de un modelo «totalmente nuevo». Según nos explican, básicamente lo que están haciendo es reinterpretar un Porsche 911 en la forma de un coche familiar, más que crear un familiar partiendo de cero. El valor de la marca es un intangible muy potente para Porsche y parecen tenerlo absolutamente claro.
Otro elemento que parece ser clave en la mente de los diseñadores es la sensación dinámica, es decir, la sensación de movimiento incluso en parado. Para lograrla, recurren de nuevo a las formas y proporciones, generando la sensación visual de que el coche está listo para salir catapultado hacia adelante. La sutil inclinación ascendente de diferentes líneas laterales y el ensanche de los pasos de rueda traseros logran transmitir ese mensaje.
Ya por último, no quiero extenderme más pero, ¿os habéis fijado en la banderita italiana que luce en la manga corta de su camiseta el tipo que lija el techo en el minuto 6:30 del vídeo? ¿será casualidad o significará algo?
Fuente: Car Design News
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