Con el comienzo del nuevo año toca pensar en buenos deseos y por qué no, mejorar lo ya conocido. Así, mientras ayer recopilábamos algunas propuestas para la mejora de la propulsión híbrida en este 2013, hoy es el turno de abordar otra de la promesas en movilidad alternativa: la movilidad eléctrica.
2012 ya ha finalizado y con él se despide un año difícil para la industria y aún más para el mercado. La propulsión eléctrica quiere subrayar este nuevo año 2013 como un ejercicio mejor en todos los sentidos: nuevos lanzamientos, mejores infraestructuras, acuerdos en roaming y perspectivas de evolución en el plano técnico. Sin embargo, la asignatura pendiente en España será contar con el suficiente respaldo para poder hacer realidad el cambio del que tanto se habla, pero con el paso del tiempo no solo no va a más, sino que irremediablemente va a mucho menos.
España hoy en día: muy fácil ir a mejor
Así nos centraremos en el panorama actual que es realmente el punto de partida desde donde debemos plantearnos el mejorar. Si algo tiene la actual situación de la propulsión eléctrica en España es, que sin demasiados esfuerzos, se puede mejorar mucho a poco que se lleven a cabo algunas acciones lógicas y con visión de futuro.
La iniciativa pública se destapa una vez más como fundamental, por lo que para este 2013, podrían hacerse realidad tantas iniciativas de movilidad eléctrica y emisiones cero bajo un plan de cobertura que fomente la instalación de puntos de recarga en la vía pública y un servicio de tarificación acorde a las virtudes que refleja la adopción de un parque móvil 100% eléctrico.
Ayudas y subvenciones deben ir de la mano, pero no deben ser las únicas formas de ofrecer el vehículo eléctrico. Impuestos, acceso exclusivos y apoyo a lo largo de la vida útil deben ser la verdadera fórmula que impulse al vehículo eléctrico a encontrar la denominación de opción alternativa frente a la compra de mecánicas convencionales.
Puntos de recarga, tarifas, roaming… el miedo después de la compra
La ampliación del parque de puntos de recarga es condición obligada, pero su libre acceso y la transparencia de las tarifas deben quedar definidas de una vez por todas para encontrar el factor ahorro. El roaming a lo largo de los territorios europeos pretende eliminar barreras, pero los costes de recarga rápida o convencional más allá de nuestro punto habitual siguen siendo conceptos tabú.
Del lado de la industria, cómo no reclamar un conexionado estandarizado de una vez por todas que permita la plena compatibilidad con conectores, servicios de recarga y modos de carga. Una clave que hoy en día está llamada a ser la gran barrera para el impulso de la movilidad eléctrica en todas sus facetas.
Movilidad eléctrica: no todo se reduce a hablar de baterías
Sin abandonar a los fabricantes, cabe mencionar la situación actual de las baterías, donde se sigue necesitando de grandes inversiones y un mayor tiempo de desarrollo. Alternativas como la pila de combustible, ya sea a Hidrógeno, metano, etc, o el uso de extensores de autonomía son opciones reales para la electrificación del parque móvil hoy.
La propulsión eléctrica está lamentablemente dibujada como una opción de futuro, pero la realidad es que a día de hoy tiene mucho que ofrecer. Las siempre comentadas baterías no son el único camino a desarrollar, por lo que el esfuerzo debe centrarse en aquellos aspectos que permitan realmente conciliar el cambio más allá de una única apuesta.
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