Con la exhibición más importante en materia de electrónica de consumo, el CES 2013 en la ciudad de Las Vegas a finales de este mes de Enero, se multiplican las confirmaciones de fabricantes de automóviles que asistirán en materia de expositores tecnológicos haciendo suyos importantes avances en imagen, sonido, conexión inalámbrica e interfaces multiusuario.
Definitivamente, el viejo radio-CD que tan sólo ofrecía la posibilidad de ser escogido en DIN o doble DIN, ha muerto. El comprador potencial de un vehículo ya no permite que su automóvil a duras penas reproduzca una canción en Mp3, ahora sus exigencias van más allá apostando por una equiparación sin precedentes de los entornos multimedia de los automóviles a la electrónica de consumo que puebla nuestras vidas, ya sea en forma de Home Cinema, Tablet, Smartphone…
Sí, sí, pues mi coche tiene 4 núcleos a 1,2 Ghz y 2 Gb de RAM
Así, y volviendo al archiconocido CES en Las Vegas para todos los amantes de la última tecnología, encontramos una cada vez mayor representación de los fabricantes de automóviles para acercar al público sus posibilidades una vez el conductor no piensa en el coche como un transporte. Chevrolet, Toyota, Hyundai o Audi son sólo algunas de las marcas que asistirán a esta edición para mostrar a los asistentes sus avances en infoentretenimiento.
La importancia del desarrollo tecnológico en esta faceta no es casual, más bien hablamos de una realidad ampliamente demandada que por fin comienza a entenderse. Si en la vida cotidiana los ecosistemas a partir de nuestro smartphone se desarrollan de forma paralela, ¿Por qué el vehículo ha de ser diferente?
De este modo, encontramos la respuesta de la industria en forma de equiparación a lo que hoy en día podemos denominar como tecnología punta en este campo. Diferentes son las vertientes en las que cada firma apostará y desarrollará de mejor o peor modo, pero la importancia es encontrar el justo equilibrio que convenza por igual al usuario más exigente y al más clásico que quiera lo más demandado a la voz de ya.
Calidad, conectividad, compatibilidad e internet serán las grandes bazas a jugar dentro de una apuesta que por seguro se convertirá en un aspecto fundamental a la hora de comprar un vehículo. Si antes potencia, par y consumos eran los reyes indiscutibles a la hora de escoger un automóvil, dentro de no mucho las posibilidades del sistema multimedia como resolución de imagen o servicios de internet podrán albergar más peso del que hoy estimamos.
La era de los ecosistemas y la polivalencia, Google y Apple al poder
Entre los reyes indiscutibles para conocer el camino que pretende seguir la industria, encontramos el cada vez mayor énfasis de Apple y Google por integrar diferentes aspectos de sus propios ecosistemas dentro de los vehículos. Si Apple impulsa la implantación de una interfaz dedicada capaz de emplear Siri para el control de sus dispositivos, Google no pierde el tiempo asociándose con fabricantes para ofrecer Google Maps y Google Place como sistema de navegación predeterminado.
A su vez, cualquier diagonal y resolución de pantalla no son válidas, ofreciendo auténticos sistemas de cine en casa en gamas cada vez más económicas dentro del mercado. La imagen Full HD está cada vez más cerca de su plena implantación para ofrecer contenidos acorde a lo que la industria de la electrónica de consumo es capaz de generar. Videojuegos, películas en alta definición, contenido WEB en streaming, redes sociales repletas de imágenes… la calidad será un factor primordial.
De este modo no podemos olvidar el que será el punto vital dentro de la evolución del automóvil en su interior, el pleno acceso a cualquier dispositivo y red: WiFi, WiDi, Bluetooth, DLNA, NFC, USB, MHL, mHDMI, 3G, LTE… todo un compendio de siglas que sólo buscarán la vinculación del automóvil a cualquier fuente o destino de datos. Internet será el punto de partida de una nueva era de servicios basados en la nube, donde todo tendrá lugar a solo un toque de pantalla.
Vehículo multimedia: hacia el usuario siempre conectado
El objetivo de esta nueva era dentro de los automóviles tiene su razón de ser en la satisfacción de las necesidades del usuario. Sin tener en cuenta el vehículo, la sociedad actual demanda un constante acceso a la red desde cualquier punto y con la mayor calidad posible, por lo que la tecnología tenía su asignatura pendiente en los transportes, no cabe la menor duda.
Queriendo mirar mucho más allá no es difícil imaginar el futuro de películas como «Minority Report» o «Yo, Robot», donde el vehículo es un mero transporte que, durante su tiempo de uso, nos permitirá expandir nuestro tiempo de ocio gracias a unas capacidades multimedia tan amplias como las de nuestro hogar.
La actualidad nos muestra que la industria del automóvil y la industria de la electrónica han encontrado un jugoso negocio entre manos. El ejemplo más llamativo lo tenemos en firmas como Nvidia, la cual ya se ha consolidado como una de los fabricantes más aventajadas al incorporar sus chipsets Nvidia Tegra 2 y 3 en la familia de marcas bajo el paraguas de Volkswagen, y ya apunta en colaboración con DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency) hacia el desarrollo de procesadores imposibles de imaginar a día de hoy.
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