El año que viene se cumplirán 30 de la presentación en España de un todoterreno legendario, el Nissan Patrol. Su campaña publicitaria, «El bello y la bestia», con un león saliendo de debajo del capó y todo, explicaba la orientación del coche, un duro y resistente todoterreno suficientemente confortable como para permitir el uso diario. Tres décadas después el mercado de los todoterreno ha cambiado mucho y Nissan ha emprendido la aventura de los coches eléctricos e híbridos, pero el concepto de «Bello» y «Bestia» sigue presente en el lenguaje del diseño de la marca separado en dos gamas: los «4×4», Pathfinder, Navara y X-Trail y los «Crossover», Murano, Qashqai y Juke. La presentación del Resonance en el Salón de Detroit complementa a la del «concept» TeRRA en el pasado Salón de París, y anuncia el lenguaje del diseño de los futuros todoterreno sostenibles de Nissan. Un diseño lleno de expresión, pero cargado de conceptos quizá no tan innovadores.
TeRRA y Resonance: Cruzando el atlántico
TeRRA y Resonance se presentan como ensayos para futuras mecánicas híbridas de la marca. Mientras que el TeRRA presentaba un sistema híbrido con pila de hidrógeno sobre el que se ha especulado mucho el Resonance parece apuntar más al corto plazo con una solución más convencional con batería de Ion-Litio. Sin embargo si descendemos a los detalles estos dos «concept» nos cuentan algo más que los planes de la marca para futuras plantas motrices.
El TeRRA es una proyección futura del lenguaje de diseño de la gama «4×4» de Nissan a nivel mundial, aunque con una clara influencia del gusto estadounidense.
Su denominación hace referencia al X-Terra, una variante deportiva para el mercado estadounidense del Pathfinder que se vende en Europa con la misma carrocería que en la tierra de los «SUV». El Resonance no puede esconder que es el semillero de ideas para los futuros «Crossover» de la marca la cual, pese a tener como buque insignia el Murano diseñado para el mercado estadounidense, ha triunfado en Europa gracias al Qashqai y Juke. Sin embargo, paradójicamente, el TeRRA mide sólo 4’16 m., y está diseñado en Europa, mientras que el Resonance, de igual tamaño que un Murano, ha sido diseñado en San Diego, California. ¿Por qué esta floritura?
4×4 y Crossover, más que dos segmentos, dos lenguajes de diseño
Si bien la orientación en el mercado es levemente diferente, la principal diferencia entre «4×4» y «Crossover» en la gama de Nissan está en el lenguaje del diseño de los coches, que bascula entre una imagen rotunda y dura, en el caso de los primeros, y mucho más sofisticada, moderna y deportiva, en el caso de los segundos. Según aquella vieja campaña del Patrol, los actuales «4×4» serían «La bestia» y los «Crossover» serían «El bello».
Los volúmenes cuadrados, líneas rectas y formas sólidas son el ADN del diseño del Pathfinder y X-Trail, porque su misión es recordar a los «tipos duros» de la familia y transmitir así sensación de resistencia y poderío, algo muy apreciado en el mercado americano. Sus capacidades fuera del asfalto nada tienen de excepcionales (de hecho el X-Trail ni siquiera tiene reductora) pero las formas de su carrocería sugieren lo contrario para convencer al consumidor de que eso es un todoterreno.
En los «Crossover», con un carácter más deportivo y urbano, priman las líneas de techo bajas, las formas fluídas y un lenguaje que, mediante trazos en continuo movimiento, destaca un frontal muy potente y enérgico del que salen todos los rasgos de la carrocería. El Murano y el superventas Qashqai comparten este lenguaje, mientras que con el Juke Nissan fue un paso más allá introduciendo en esta familia los rasgos del diseño de los Nissan Z, como el techo en descenso con el pilar A camuflado, y los pilotos traseros en forma de boomerang al estilo de 370Z.
Desde puntos de partida diferentes, ambas gamas se acercan entre sí en lo mecánico, por la natural tendencia de los «4×4» a soltar lastre en forma de recursos de uso «offroad» que casi nadie demanda ya. El nuevo Pathfinder lanzado ya en Estados Unidos se acerca estéticamente a un Murano y es posible que en Europa la reductora esté sólo como opción. Por debajo el X-Trail y Qashqai también tienen un pasado común, ya que éste tomó como punto de partida las transmisiones y suspensiones de la primera generación de aquel. ¿Qué quiere decir todo esto?
¿Una nueva familia de «Crossover»?
La presentación del Extrem concept en Rio de Janeiro hace unos meses y ahora del Resonance demuestra que Nissan quiere seguir explorando una hibridación: la de los diferentes lenguajes de diseño que le permitan crear nuevos modelos en toda su gama. Lo anticipan otros dos «concept cars» presentados por Nissan que no corresponden a ningun vehículo de su gama actual, el Extrem y el Hi-Cross. El Extrem con sus 3’85 m. parece más bien una reinterpretación elevada de aquel simpático Es-Flow que pudimos ver en Barcelona en 2011, incidiendo en la idea del cruce de deportivos y coches elevados.
El Hi-Cross, con sus 4’66, podría ser la anticipación de un «maxi-Qashqai» que compitiese un escalón más arriba en el mercado.
¿Qué sucederá con el TeRRA y el Resonance? En mi opinión el segundo quizá no sea el futuro Murano sino un coche más «emocional» en la parte alta de la gama, al estilo de los X6 o el futuro Q4, que se complementase con el Murano. El segundo bien podría ser un ensayo para sondear la creación de un pequeño «SUV» para el mercado americano por debajo del Rogue, pero que no se debe descartar que pudiese llegar a Europa por sus reducidas dimensiones.
Pero ¿Y las mecánicas eléctricas en los todoterreno? ¿Y el hidrógeno? Honestamente, creo que eso no está entre las prioridades a día de hoy…
Fuente: Nissan
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