La principal fuente de energía en España durante los meses de noviembre y diciembre 2012 y enero 2013 ha sido el viento. Además, en el mes de enero 2013 se han generado por primera vez en la historia más de 6TWh eólicos, suficiente para cubrir el consumo de todos los hogares con menos de 10 kW contratados, es decir, la inmensa mayoría.
Con un 21,6% en noviembre, un 24,2% en diciembre y nada menos que un 27,3% en enero (según datos de Red Eléctrica de España) ninguna otra fuente ha puesto más kilowatios-hora en la red, y además se permite el lujo de imponer su ley en trayectoria ascendente. ¿Hasta dónde podemos llegar?
En este vídeo que podríamos calificar de promocional, se destacan las principales virtudes de esta energía. Es cierto que es totalmente renovable, no contaminante, sin duda genera empleo y un I+D+i claramente exportable. También es evidente que es autóctona y remplaza la importación de energía foránea, con el consecuente beneficio para nuestra balanza de pagos. A la luz de las cifras, no hay duda de que se ha convertido en fuente de energía fundamental en España.
No obstante, como nunca es oro todo lo que reluce, supongo que habría que aclarar que la generación de electricidad a partir del viento depende del viento. Esta obviedad implica que, en el estado tecnológico actual, la eólica no podría ser la única fuente disponible y, en realidad, depende de la disponibilidad de las no renovables para ser operativa. No lo busquéis en el vídeo, esto no sale.
La cuestión aquí es que, por ejemplo, un ciclo combinado (gas) se puede regular a demanda. Un molino, no. Puesto que la demanda energética total en cada instante no tiene ninguna correlación con el viento que haga, existe un perpetuo desajuste entre la producción de energía eólica y la demanda real de consumo. Ese desfase tiene que ser cubierto quemando más o menos combustibles fósiles en cada instante, hasta igualar la oferta y demanda instantáneas, aparte de todo el abanico restante de energías que conforman el puzzle.
Dicho esto, si la energía eléctrica se pudiese almacenar en gran cantidad a bajo coste, sí sería posible vivir en mayor medida del viento, sin más que almacenar la energía sobrante en momentos de meteorología adecuada o bajo consumo y descargar esos acumuladores en picos de demanda o momentos de falta de viento.
Pero, como saben muy bien nuestros lectores, almacenar energía eléctrica a bajo coste es uno de los problemas técnicos más escurridizos de la historia de la tecnología. No sólo eso, sino que le queda aún un largo camino para poder ser resuelto satisfactoriamente, siquiera en la diminuta escala automovilística, no digamos en la escala de la red eléctrica de todo un país.
Con todo, hay que reconocer que un 27% de eólica es una hazaña energética de la que pocos países en el mundo pueden presumir a día de hoy, si es que hay alguno. Así pues, España, ¿vanguardia tecnológica mundial?
Why not?
Via: Inhabitat | The Guardian
Fuente: Somos Eólicos | evwind
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