El fundador y actual presidente ejecutivo de Fisker Automotive, Henrik Fisker, ha confirmado la dimisión y abandono de su puesto de presidente ejecutivo de Fisker Automotive alegando grandes desacuerdos con la cúpula directiva de la marca y la estrategia planificada para el futuro del fabricante. Sin duda hablamos de una noticia inesperada por tratarse del fundador y principal cabeza visible de la marca.
La situación de Fisker continúa bajo una fuerte presión para encontrar un socio inversor capaz de inyectar el suficiente montante económico como para permitir a la firma centrarse en un proyecto más rentable, el Fisker Atlantic. Los problemas de Fisker han tejido su historia jornada tras jornada y, el abandono del propio Henrik Fisker, supone un grave revés para seguir hablando de Fisker como fabricante de coches.
¿Dibujando la nueva era Fisker?
La actual situación de Fisker, la más grave desde que las cadenas de montaje comenzaron a fabricar las primeras unidades del Fisker Karma, tiene que ver con un paro en la producción motivado por la bancarrota del suministrador de baterías A123. La falta de suministro de acumuladores, forzó a Fisker a paralizar la fabricación a la espera de la resolución del futuro de A123, quién ya ante su rescate no vislumbró ningún nuevo acercamiento con Fisker.
La situación de A123, participada por Fisker, supuso para Fisker un bache demasiado profundo en el camino que ha encendido todas las alarmas en Fisker Automotive. Tony Posawatz, presidente y consejero delegado de Fisker Automotive, confirmó la búsqueda in extremis de un inversor capaz de aportar a Fisker los ingresos necesarios para continuar con los planes de crecimiento de la marca, apostando por un segundo e incluso tercer modelo.
La necesidad de inversores ha podido condicionar el futuro de Fisker
La dimisión de Henrik Fisker ha sido una sorpresa que ni siquiera Tony Posawatz había conocido hasta esta mañana según informaba a Automotive News. A partir de aquí, las conclusiones que podemos extraer es que los posibles acuerdos de Fisker Automotive con grupos inversores extranjeros están muy cerca de firmarse, pero mediante condiciones que su fundador no habría consentido. Además, como ya se intuía desde la confirmación de que existían conversaciones con importantes interesados, la reestructuración de Fisker Automotive muy posiblemente condene proyectos actuales en pos de ofrecer viabilidad al fabricante y a la tecnología.
Un nuevo capítulo de la historia de Fisker se escribe hablando de problemas y situaciones que no ofrecen mucha esperanza.
Fuente: Automotive News
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