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El «Corredor Pedelec» de Berlin ¿un gran salto para las bicis en las ciudades?

Si hace un mes hablábamos de la bicicleta eléctrica como un tapado de la movilidad urbana, en las últimas semanas hemos sabido que Berlin desarrollará un corredor periférico especialmente diseñado para ellas, el «Corredor Pedelec». Mientras los fabricantes de coches invierten mucho dinero en el desarrollo de tecnologías para coches eléctricos, híbridos ó movidos por hidrógeno, la escasa infraestructura que la bicicleta requiere le otorga ventaja sobre ellos. Las urbes de todo el mundo se adaptan para un uso masivo de la bici, y los sistemas de «Bike sharing» afrontan la entrada de una cuarta generación que aportará mucha más versatilidad a su uso. Frente al lento y costoso desarrollo de los futuros coches eléctricos y sus infraestructuras auxiliares, la tortuga sobre dos ruedas crece en nuestras ciudades a mucha mayor velocidad, y quizá para cuando aquellos lleguen el escenario ya haya cambiado. ¿Es la bici la revolución silenciosa?

El “Corredor Pedelec”

Si el mes pasado explicábamos En Tecmovia las potenciales ventajas de la bici eléctrica en uso urbano, hace sólo unas semanas hemos conocido el anuncio de la creación de un novedoso concepto que entrará en servicio en Berlin en 2015, el «Corredor Pedelec«. Se trata de un carril de larga distancia pensado para uso con bicicletas eléctricas y que aprovecharía el trazado de una antigua vía de ferrocarril. Su propósito es conectar la periferia sur de la ciudad con los medios de transporte masivo del núcleo principal desde una distancia tan larga como Brandenburgo, a 50 km de Berlin.

El «Corredor Pedelec» será un carril «bici eléctrica» de 50 km entre Brandenburgo y Berlín sobre el trazado de una vieja vía de tren

Con este proyecto se pretende incrementar el número de usuarios de la red de transporte colectivo, al tiempo que se reducir el número de coches en circulación desde la periferia al centro y la consiguiente reserva de espacio para aparcamiento y emisiones de CO2. El ayuntamiento de Berlin tiene como objetivo que en 2025 el 20% de los desplazamientos diarios en la ciudad se realice en bicicleta (hoy es el 13%), un horizonte que supone una cifra de envergadura para una gran ciudad y que tendría importantes consecuencias. ¿Es este el primer ensayo de incorporar la bici eléctrica a los transportes urbanos? No, puesto que ya hay sistemas en Vilnius o Nyon, y experiencias más próximas como el Bike-in de Utopic_us en Madrid. Pero el “Corredor Pedelec” plantea preguntas interesantes que tienen que ver con el futuro próximo de las ciudades y también de las nuevas generaciones de coches urbanos y eléctricos.

La bicicleta en las ciudades

¿Qué porcentaje de los desplazamientos de las ciudades se hacen en bicicleta? Esta es una cifra muy variable según la ciudad que se analice. En España el porcentaje de desplazamientos en bici dentro de las ciudades oscila mucho, incluso entre ciudades con sistemas de «bike-sharing» consolidados, aunque la media está en torno al 7%. Estos porcentajes son a veces mejores en urbes de tamaño medio, como Zaragoza que alcanza el 10%, mientras que otras mayores pero bien equipadas como Barcelona se queda en el 3%. En Europa muchas ciudades superan el 20% al que aspira Berlin, algunas llegando hasta el deslumbrante 55% de Copenague.

Aunque hay muchas ciudades europeas con más de un 20% de sus desplazamientos en bici, entre las grandes sólo Munich alcanza esa cifra

Sin embargo al analizarlas en detalle hay que descender hasta el puesto 19 para encontrar una ciudad de envergadura como Munich (en torno a 1’5 millones de habitantes, 20% de desplazamientos en bici). El resto son ciudades de menor escala, y este es el verdadero valor del «Corredor Pedelec» de Berlín, el de incorporar una infraestructura de uso masivo de la bici en la periferia de una gran ciudad (3’5 millones de habitantes). Realizar un 20% de los desplazamientos de una ciudad de ese tamaño por medio de la bicicleta supondría evitar la emisión de una enorme cantidad de CO2 de vehículos privados a la atmósfera, así como aliviar a la trama urbana de las servidumbres de muchos coches circulando por sus calles. Y es que es precisamente el crecimiento desordenado de la periferia de las grandes ciudades el que, en muchas ocasiones, condena sus sistemas de tráfico y transporte a vivir permanentemente colapsados por una nube de coches en circulación entre el centro y la periferia.

¿Coches eléctricos contra bicicletas?

No cabe pensar que en el futuro vaya a haber una competencia por el espacio urbano entre coches eléctricos y sistemas de uso masivo de la bici. De hecho los sistemas de “bike-sharing” todavía tienen aspectos que mejorar para pulir su eficiencia energética y de uso. Uno de ellos es el de la redistribución de las bicicletas, que actualmente se realiza mediante vehículos a motor (que emiten CO2) y con mucha intensidad en las horas punta.

A pesar de los buenos resultados de las “estaciones bonificadas” de Velib’ en Paris resulta utópico pensar en una redistribución “orgánica” de las bicicletas

Las experiencias de “estaciones bonificadas” que Velib’ ha puesto en marcha en Paris parecen dar algunos resultados pero aún así resulta casi utópico pensar en una redistribución ideal y “orgánica” de las bicicletas guiada por las meras dinámicas de los usuarios del sistema. Tampoco sucederá que las bicis desborden a los coches ya que en el momento en el que llegue la estandarización de los eléctricos y alcancen una economía de escala razonable, las ventas subirán rápidamente y se harán irresistiblemente atractivos en las ciudades.
La clave es que hasta que ese momento llegue bien podría pasar todavía más de una década, y si en ese tiempo el uso de la bici alcanza tasas globales próximas al 20% (al menos en Europa) será muy difícil que el coche recupere el terreno perdido no sólo frente a la bicicleta, sino también frente a sus aliados autobús, tranvía o metro.

Los coches y los barcos de vapor

Como apuntaba hace unas semanas un artículo de The Atlantic Cities acerca del declive del barco de vapor, los cambios a nivel histórico comienzan como leves movimientos y sólo en el transcurso de las décadas se hacer visibles. Todos los indicadores actuales apuntan a que el desapego de los ciudadanos hacia el coche es una tendencia aún suave pero ya consolidada. El coche sigue siendo protagonista en nuestras ciudades, pero en los últimos 20 años nuestros hábitos de transporte han cambiado mucho más rápido que los principios básicos de este invento. Las ciudades son más densas, el aparcamiento escasea, los impuestos suben, los jóvenes se desvinculan del coche… y en este panorama la bicicleta aparece como una bisagra ideal para optimizar el transporte individual en las metrópolis.

La apuesta más atrevida del sector del automóvil en 20 años ha sido el Smart, con escasas ventas. En el mismo tiempo la tasa de uso de bicicletas se ha multiplicado por 10 en muchas ciudades

Siendo honestos, la mayor innovación técnica en términos de coche urbano de los últimos 20 años ha sido el Smart, un coche que despertó mucha expectación pero que no ha supuesto una revolución y mantiene unas ventas minoritarias. En ese mismo periodo en algunas ciudades el uso de la bicicleta como medio de transporte ha pasado de cifras inferiores al 1% a tasas de más del 10% de la población. La ventaja de la “tortuga” bicicleta frente a la “liebre” del coche eléctrico es que la implantacion de nuevos sistemas de bici compartida se ejecuta en apenas unos meses y su flexibilidad es grande.
El avance de las infraestructuras de recarga de eléctricos tardará al menos una década en ser significativo mientras que el desarrollo de cada nueva generacion de un coche no requiere menos de 5 – 7 años. ¿Recuerdan como era su vida hace seis años, en primavera de 2007? Seguramente distinta de como es hoy…

Fuente: CycleLondonCityThe Atlantic Cities | Oficina de la Bicicleta – Ayuntamiento de Zaragoza  | Copenhaguenize
Fotos: Tecmovia | Move | Daimler | Clear Channel

En Tecmovia: La bici eléctrica, un interesante tapado para la movilidad sostenible

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Luis Miguel Ortego

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