Siri, el sistema de control por voz de Apple, ha llegado al coche. Los sistemas de control por voz llevan ya algunos años ganando terreno en el automóvil, pero en este caso es el archiconocido iPhone el que se va a hacer con un hueco importante en diferentes marcas, empezando por General Motors, la primera en incorporarlo, desde ya.
Es una de esas cosas que todos hemos pensado alguna vez. Ideas llenas de sentido y con infinitas posibilidades, que resultan extremadamente difíciles de llevar a la práctica… ¿por qué no dar instrucciones al coche por medio de la voz? En este caso es más bien ¿por qué no operar mi teléfono con la voz sin apartar la vista de la carretera? En definitiva, todas las posibilidades de Siri, ahora al volante.
Como puede observarse en el anuncio, es GM la pionera en incorporar esta tecnología en su Chevrolet Sonic y Chevrolet Spark. Más adelante, otros como Audi, BMW, Jaguar, Mercedes, Toyota, Chrysler y Honda ya han hecho pública su intención de seguir el mismo camino. Las posibilidades son grandes y la interacción con el móvil al volante, peligrosa en cualquier caso, parece que va a convertirse en algo mucho más sencillo a partir de ahora.
Por un lado, el tema no deja de ser un poco tramposo. Me explico. En realidad, lo único que hacen los fabricantes de coches al integrar Siri en sus modelos, es utilizar toda la potencia del software y el hardware de un iPhone para que pueda ser utilizada en sus vehículos. Todo ello a cambio de un botón, un micrófono y una conexión Bluetooth. Vamos, que en vez de desarrollar el sistema, firman una alianza con quien ya lo ha hecho y lo incluyen en su oferta. Ganan sin invertir, en una eficiente maniobra estratégica.
Por otro lado, creo que el movimiento es un auténtico gol por parte de Apple, que fidelizará a miles de clientes y ganará otros muchos, entre los usuarios de vehículos equipados con esta opción. Vamos, que ponen un pie en un segmento de indudable auge con la idea de amarrar bien fuerte ese mercado. A priori, parece un buen movimiento por parte de los chicos de la manzana, últimamente obsesionados con la competencia que les está comiendo terreno a mordiscos desde Google con su sistema Android. No hay duda de que Apple sale ganando.
Finalmente, yo diría que el cliente también gana, al poder integrar dos tecnologías de las que ya disponía (su coche con Bluetooth y su teléfono con Siri) y que dan un resultado mayor que la suma de las partes, redundando en una conducción más segura, con sólo un botón.
Fuente: Gizmodo
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