La cosa está que arde. Otra vez. Sendos sobrecalentamientos en dos modelos diferentes, un Mitsubishi i-MiEV (eléctrico) y un Mitsubishi Outlander (híbrido enchufable) que tuvieron lugar en diferentes fechas y ubicaciones, han dado lugar a la paralización temporal de la fabricación de ambos vehículos. La producción no será reanudada hasta que las causas de ambos incidentes queden totalmente esclarecidas.
Precisamente cuando la producción del i-MiEV está llegando a su fin y justo cuando se están fabricando y vendiendo las primeras unidades del nuevo Mitsubishi Outlander híbrido enchufable, la marca japonesa se encuentra con este importante problema entre manos. La decisión de parar la producción parece la reacción más lógica, lo difícil será volver a reanudarla con la certeza absoluta de que el fallo no volverá a producirse.
Como es perfectamente conocido, el funcionamiento de las baterías está basado en las reacciones químicas que tienen lugar en su interior. Estas reacciones controladas, que persiguen el intercambio de electrones entre cátodo y ánodo, pueden llegar a torcerse ante defectos de diseño o fabricación, dando lugar en algunos casos a reacciones exotérmicas incontroladas que pueden llegar a fundir (literalmente) las baterías e incluso a hacer llama y quemar lo que tengan alrededor.
En el caso de Mitsubissi, el primer incidente tuvo lugar el 18 de marzo en la planta de Mizushima, durante la inspección de calidad final. La batería se encontraba conectada y cargándose durante una prueba de carga-descarga cuando sufrió un sobrecalentamiento que derivó en incendio, aunque no causó daños materiales ni humanos más allá de la destrucción de la propia batería.
Un par de días más tarde, en un concesionario Mitsubishi de Yokohama, un Outlander híbrido enchufable que había sido recargado al máximo para su entrega a un cliente, no pudo ser movido por el personal del concesionario. El olor que desprendía y los signos de derretimiento que presentaba en su parte inferior invitaron a llamar al proveedor de las baterías (MMC) para realizar un examen detallado. Una de las 80 celdas que constituyen su pack de baterías se había sobrecalentado, derritiendo algunas celdas adyacentes. En este caso, no llegó a producirse llama y los daños no afectaron ni siquiera a la totalidad de la propia batería.
Todo apunta a un defecto de fabricación, que podría venir derivado de algún cambio en el proceso productivo del proveedor de baterías. Mientras no quede perfectamente claro el origen de ambos incidentes, la producción se mantendrá detenida y en compás de espera. También se recomienda a los propietarios de los 4.000 Outlanders que ya circulan por Japón que se abstengan de realizar recargas externas hasta que todo se aclare.
Menudo papelón.
Fuente: Autobloggreen
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