La aplicación del concepto modular está más de moda que nunca en la industria del automóvil. La clave pasa por ofrecer casi infinitos productos que cuenten con una base común que permita a los fabricantes reducir costes de diseño, desarrollo y fabricación. Una fórmula que habla de éxito en lo que parece convertirse una revolución de la industria en busca de una mayor diversificación de sus productos.
Ahora descubrimos otro aspecto que pretende hablar de diseño modular: las plantas propulsoras, concretamente las plantas híbridas enchufables. Todo tiene que ver con la reciente presentación del Volkswagen CrossBlue Coupé, un prototipo que esconde la cuarta evolución de un sistema de propulsión híbrido enchufable, que llegará a diferentes marcas del grupo con la idea de poder ser adaptado a petición y características de quien firme la calandra.
Un único punto de partida para múltiples necesidades
Volkswagen se ha convertido en uno de los grupos que mayor interés ha mostrado para la aplicación de este concepto modular. La idea del grupo alemán pasa por contar con un reducido número de esquemas de diseño que permitan ofrecer múltiples modelos para diferentes fines y marcas. Sí, a grandes rasgos la idea no parece encajar ante la posibilidad de ofrecer un punto común entre Volkswagen, Audi, Porsche y Bentley, pero el objetivo pasa por ahí y tendremos que hacernos a la idea.
El Grupo Volkswagen ha escogido el esquema de propulsión híbrida enchufable como la fórmula que electrificará a la práctica totalidad de sus modelos, de este modo la recarga mediante conexión externa se convierte en una de las grandes virtudes de este diseño. La propulsión híbrida convencional, entendida como aquella que no dispone de recarga externa, no tendrá continuación en el grupo.
Partiendo del diseño de la plataforma modular MQB, Volkswagen ha diseñado un sistema de propulsión híbrida enchufable que comparte idéntico concepto modular en tanto que su planteamiento ha sido concebido por y para su magnífica adaptación a esta plataforma. A la hora de acoger diferentes carrocerías, la plataforma MQB crecerá de aquí y bajará de allá, para su matriz seguirá intacta, permitiendo ubicar el mismo sistema de propulsión para cualquier planteamiento de carrocería.
Gracias a este diseño llevado a cabo por Volkswagen, durante cuarto generación de prototipos SUV mostrados por Volkswagen, la plataforma MQB ha recibido mínimos cambios, siendo innecesarios las modificaciones en su tren de propulsión. La virtud de este diseño ha permitido a la firma mostrar hasta tres variantes del esquema híbrido enchufable asociándose a propulsores 1.4 TSI, 2.0 TDI y 3.0 TSI. Así, con mínimos cambios contamos con múltiples modelos capaces de acoger diferentes esquemas de propulsión.
Diésel, gasolina e incluso prestaciones a partir de mínimos cambios
La firma alemana ha dejado caer en multitud de ocasiones que el diseño modular es la revolución que le permitirá seguir creciendo en su objetivo de ser fabricante número 1 mundial en volumen. Crear nuevos segmentos y nichos de mercado pasa como algunos de los objetivos del grupo, siendo la adopción de este tipo de configuraciones adaptables la fórmula que más confirma el éxito.
El objetivo es claro, conseguir que el cliente sea capaz de cubrir sus necesidades sin encontrar límites en la producción por parte del fabricante. Un punto de partida común en aspectos como carrocerías y sistema de propulsión dará alas a una mayor oferta de vehículos, quizás hasta demasiados. Queda aún camino por recorrer, pero todo apunta a que el coche a la carta pasará por este sistema de diseño modular.
Fuente: Volkswagen
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