Volvo ha finalizado las pruebas de desarrollo respecto a la tecnología Flywheel KERS demostrando que el ahorro potencial de consumo puede alcanzar hasta un 25%. Un dato cuanto menos significativo para una tecnología que entre algunas de sus muchas virtudes se encuentra una notable simplificación técnica y reducción de costes frente a los sistemas híbridos convencionales basados en baterías.
Este sistema KERS está basado en la recuperación de energía cinética mediante la transferencia de ésta a un volante de inercia que gira hasta 60.000 rpm en un espacio libre de aire. Gracias a la reducción de fricción en un entorno de vacío y el empleo de materiales como fibra de carbono, el volante de inercia encargado de almacenar energía cinética tan sólo arroja un peso de 6 kilogramos y unas medidas de 200 mm de diámetro.
El sistema Flywheel KERS cuenta con fabricantes muy involucrados en su desarrollo como pueden ser Ricardo, Porsche o Audi. Su implementación suele estar asociada a altas demandas de energía en espacios muy limitados de tiempo, motivo por el cual, el sistema Flywheel KERS se ha convertido en una de las grandes opciones de propulsión híbrida para competición. Frente a baterías y supercondensadores, el volante de inercia habla de reducido tamaño y peso para cumplir con una demanda energética muy repetida, pero mínima en lo que a cantidad se refiere.
El diseño Flywheel KERS ha sido instalado en un Volvo S60 asociándose junto a un propulsor turboalimentado de cuatro cilindros. Este sistema híbrido finalmente ha conseguido reducir el consumo de carburante en un 25%, permitiendo ofrecer prestaciones de un propulsor gasolina de mayor envergadura gracias a los 80 CV extras que arroja el volante de inercia durante la entrega de energía. Volvo subraya la realización del 0-100 Km/h en 5,5 segundos que ni siquiera es capaz de realizar la variante T6 con 224 CV y un tiempo de 6,1 segundos para el 0-100 Km/h.
El desarrollo del diseño Flywheel KERS siempre ha ido enfocado a escenarios donde las paradas y arranque son muy repetidos, ya que no podemos olvidar que su capacidad de almacenamiento es limitada. En este diseño no podemos hablar de kWh como sí lo hacemos con las baterías, pues la virtudes van del lado de la eficiencia en la recuperación de energía, de la disponibilidad de la misma por unidad de tiempo, de la durabilidad del sistema sin defectos al paso del tiempo, etc.
Fabricantes como Ricardo han impulsado esta tecnología enfocando su producción como componente estrella en sistemas microhíbridos avanzados. Un reducido peso, una aplicación específica para paradas y arranques reiterados y un menor coste de implementación pretenden llevar esta tecnología hasta el vehículo de calle. Volvo parece estar más que convencida.
Fuente: Volvo
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