Desde Finlandia nos hacemos eco de una iniciativa que pretende reciclar los desechos procedentes de la industria maderera para ser convertidos en biocombustibles, gasóleo en este caso, para mover una flota de vehículos diésel reduciendo su impacto ambiental sin por ello repercutir en el delicado asunto que relaciones biocombustibles y alimentos. Se trata de un proyecto que se realizará por la compañía UPM, ligada a la explotación forestal, y VV-Auto Group, importador oficial del Grupo Volkswagen en Finalandia.
El objetivo pasa por la demostración del potencial de los desechos y residuos industriales para la elaboración de biocombustibles en un momento donde su importancia se mantiene en alza y se pretende reducir su dependencia de cultivos de alimentos. A grandes rasgos se busca la muestra de un potencial energético escondido en residuos y diversos componentes tachados de inservibles que en un plazo breve de tiempo pueden convertirse en parte de un negocio rentable.
Biocombustibles: cuando la solución se convierte en un problema aún mayor
Desde Europa se espera que en un plazo inferior a los 10 años se vuelva a retomar la problemática de la relación entre los biocombustibles y los alimentos para reducir el margen de importación desde tierras de cultivo de alimentos. La especulación motivada por las ayudas para un cambio en la finalidad de los cultivos está produciendo un grave incremento del precio de alimentos básicos como el maíz, motivo por el cual se pretende impulsar un reglamento que limite la importación de biocombustibles que no procedan de alternativas como la que aquí se plantea.
La refinería que empleará UPM pretende producir 100.000 Toneladas de biocombustible por año a partir de desechos, principalmente resina extraída de los procesos de explotación. El estudio contará con una flota, aún no determinada en número, de vehículos Volkswagen Golf 1.6 TDI que servirán para recopilar información sobre el impacto del uso del biocombustible generado en un total de 20.000 kilómetros.
Según UPM, la reducción de emisiones respecto del uso de combustibles fósiles alcanza un 80%, lo cual además pretende añadir una importante oportunidad de negocio en un mercado como el de los biocombustibles que se encuentra en pleno crecimiento a nivel global.
Fuente: GreenCarCongress
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