Bosch da un paso más en el desarrollo de los sistemas de conducción autónoma recibiendo la homologación de la institución TÜV SÜD para realizar los ensayos relacionados con la tecnología en condiciones de tráfico abierto con total garantía en materia de seguridad. Se trata de un reconocimiento que abre las puertas a la creación de un futuro marco regulador de la tecnología de asistencia a la conducción, uno de los principales hándicaps del vehículo autónomo.
Cabe recordar que Bosch por el momento no habla de la conducción autónoma como una herramienta que sustituye al conductor, sino que se trata de una tecnología que evoluciona el concepto de seguridad activa para ofrecer un plus de confort, eficiencia y seguridad. El fabricante alemán pretende poner en marcha para 2014 la fabricación de los primeros sistemas de conducción asistida denominados Bosch Traffic Jam Assist, donde un piloto automático gobernará el vehículo en situaciones de congestión de tráfico.
Un paso más en la implantación de la conducción autónoma
La tecnología desarrollada por Bosch en un primer instante sólo permitirá la actuación de la conducción autónoma bajo condiciones muy específicas de funcionamiento. Este hecho motiva que la irrupción comercial de la tecnología sea conocida como conducción semiautonóma, justificando la necesidad de un conductor para activar la tecnología y un escenario de circulación por debajo de los 50 Km/h para su funcionamiento.
Esto no quiere decir que la capacidad real de la tecnología no permita más, de hecho las posibilidades son mayores, tan sólo que es todavía mucha la capacidad de análisis y velocidad de actuación la que se necesita para implementar una tecnología capaz de enfrentarse a las infinitas variables que se pueden dar en circunstancias de tráfico rodado.
El beneplácito ofrecido por TÜV SÜD servirá a Bosch para realizar pruebas de la tecnología en condiciones reales de tráfico. A su vez garantiza el respaldo de una institución de amplia experiencia y repercusión en el campo de la automoción, lo cual no deja de ser un punto más a favor de la industria automovilística para que la conducción autónoma comience a figurar entre las prioridades legislativas para desarrollar un marco regulador que defina los límites de la tecnología, los protocolos de seguridad, la responsabilidad, etcétera.
Fuente: Technologies vehicles
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