En declaraciones del Dr. Volkmar Denner, presidente del consejo de administración de Bosch, el negocio del vehículo eléctrico que ahora es vislumbrado como un nicho de mercado, para 2020 se habrá convertido en un mercado a gran escala donde los vehículos eléctricos a baterías conseguirán ofrecer autonomías de 300 kilómetros por carga.
Bosch puede ser considerada en la actualidad como un fabricante «novato» en lo que a sistemas de almacenamiento energético para coches eléctricos se refiere, su primer producto y cliente ha sido el acumulador de Iones de Litio con 24 kWh para el Fiat 500e, desarrollado y fabricado por la empresa filial SB LiMotive que en su momento fue creada bajo acuerdo de colaboración entre Bosch y Samsung.
Las previsiones de Bosch se podrían tildar de razonables teniendo en cuenta que anteriores previsiones de otros fabricantes se han dado con una realidad de escasa evolución en la capacidad de las baterías. Con los pies situados a mediados de 2013, los 6 años y medio que nos separan de 2020 parece un margen razonable de tiempo para encontrar una mejora paulatina de la tecnología de las baterías.
Un aspecto clave de esta evolución pasa por la apuesta en una única química para mejorar sus prestaciones. En este apartado, Bosch, BASF, Daimler y BMW han firmado un acuerdo de colaboración para el desarrollo de baterías con el objetivo de conseguir una densidad energética de 250 Wh/kg. Este salto supone mejorar en márgenes del 40% en este apartado.
A grandes rasgos hablamos de una verdadera segunda generación de baterías capaces de mostrar un salto cuantitativo con un reflejo real en la movilidad eléctrica. Por otro lado, también sería justo incluir en estas perspectivas la evolución de los sistemas de carga, pues el aumento de capacidad conllevará una mayor necesidad de energía y potencia que en estos momentos se muestra como otro de los problemas más alarmantes.
Fuente: GreenCarCongress
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