La revolución de las interfaces táctiles ya ha comenzado. Y no, no me refiero a equipos multimedia con pantalla táctil. Es más, cada vez estoy más convencido de que la solución ideal para estos sistemas pasa por la pantalla colocada en lo alto del salpicadero, en un punto de visión óptimo que no desvíe nuestra mirada de la carretera y una interfaz física giratoria o de tipo joystick en la consola central.
¿Pero qué hay de todos esos botones que recubren el salpicadero de nuestro coche? ¿Tendrán sus días contados? El nuevo Lexus IS ha empezado su peculiar revolución por un elemento tan aparentemente sencillo como el selector de temperatura del climatizador bizona. Los botones y los giratorios de antaño han dado paso a una superficie táctil intuitiva y sencilla de utilizar.
Pero ¿cómo funciona? ¿qué ventajas ofrece en la ingeniería del producto y en la usabilidad del cliente final?
¿Cómo funciona la interfaz táctil del climatizador del Lexus IS?
El funcionamiento no puede ser más sencillo. En la consola del climatizador tenemos dos barritas cromadas verticales para seleccionar la temperatura de cada zona, la del conductor y la de su acompañante. Estas barritas electrostáticas son sensibles al tacto, de forma que con un gesto tan sencillo como arrastrar el dedo sobre ella hacia arriba o hacia abajo nos permite aumentar o disminuir la temperatura del climatizador. Si hacemos clics en la zona inferior o superior aumentaremos la temperatura en intervalos de 0,5 grados.
Aunque resulta muy intuitivo y tan sencillo de utilizar como un selector giratorio, tampoco creo que represente una gran ventaja para el cliente final, más allá de que este se vea inmerso en un entorno más tecnológico y a fin de cuentas premium.
El camino hacia la desaparición de los botones de toda la vida
Las ventajas en la ingeniería de un automóvil si me parecen realmente importantes. Los botones físicos están condenados a su desaparición y a la larga permitirán el desarrollo de salpicaderos e interfaces que no se vean limitadas por el diseño horizontal habitual, con formas caprichosas o incluso entornos que modifican la fisonomía y la colocación de los botones para adaptarse al cliente o a las necesidades de su conducción. Lexus ya ha mejorado bastante en este aspecto con un cuadro de mandos que modifica la disposición de los elementos y su decoración en función del modo de conducción, incluso el nuevo Lexus IS 300h F Sport dispone de un cuadro de mandos con un único «reloj» central estilo Lexus LFA que se desplaza a gusto del conductor para organizar la información.
Lo del Lexus IS es una solución inicial interesante, pero anecdótica si tenemos en cuenta lo que nos depara el futuro. Basta un vistazo a las tecnologías presentadas por algunos prototipos como el Volvo Concept You, para percatarnos de que en un futuro próximo nuestros coches carecerán de botones y el tacto y las acciones gestuales predefinidas se convertirán en el modo de interrelacionarnos con los sistemas a bordo de nuestro vehículo.
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