Bosch ha celebrado recientemente la 61 edición del encuentro que realiza de forma bianual con diferentes medios para mostrar sus últimos avances en tecnología aplicada al automóvil. Se puede decir sin tapujos que el gigante alemán apunta estos eventos en el calendario para dar a conocer al público los avances más inmediatos que instalarán el grueso de los vehículos de nueva fabricación.
Una parte fundamental de esta visión de la industria del automóvil a corto plazo pasa por la electrificación del automóvil en su conjunto, pero Bosch también señala a la electrificación independiente de todos y cada uno de los componentes presentes en vehículos convencionales o híbridos. La meta perseguida es eliminar la dependencia directa del motor convencional, idea que que explica la aparición de los nuevos sistemas Bosch iBooster y Bosch eClutch.
Electrificación, automatización y simplificación
Bosch iBooster se trata de una evolución de la bomba de frenos tradicional que se emplea para transferir la presión aplicada sobre el pedal de freno a todas y cada una de las ruedas conectadas. El problema de la actual concepción de este componente viene a través de la asistencia externa que se necesita para multiplicar el esfuerzo realizado sobre el pedal, normalmente ese factor de multiplicación se consigue mediante una membrana accionada por vacío (Masterback) que es generado por una bomba que es movida por el propulsor.
El desarrollo llevado a cabo por Bosch integra en un único componente el control completo sobre la frenada a través de un actuador electromecánico. El diseño iBooster ha sido ideado para maximizar la eficiencia en híbridos y eléctricos eliminando la necesidad de instalar una bomba de vacío externa. Además, en su diseño se ha buscado ofrecer una mejor gestión de la combinación entre frenada regenerativa y tradicional para mejorar el porcentaje de recuperación de energía y conseguir reducir a su vez la distancia de frenado necesaria.
Fijando la mirada en otro campo de investigación encontramos el sistema Bosch eClutch. Se trata de un primer paso hacia la completa automatización del cambio manual tradicional buscando electrificar el mecanismo de gobierno del embrague. Su misión es sencilla en tanto que es un calculador el encargado de actuar sobre el embrague para escoger la función freno motor o rueda libre. Esta gestión automática del embrague permitirá una reducción de consumo del 5% según afirma Bosch.
Fuente: Bosch
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