Ford ha dado a conocer los hitos conseguidos en el programa experimental que está desarrollando junto a la Universidad de Michigan y la seguradora State Farm para el estudio de la conducción autónoma. Un programa de innovación y desarrollo con más de 10 años de duración que todavía continuará su evolución en pos de ofrecer una tecnología de conducción autónoma capaz de reducir costes y viabilidad comercial en un futuro próximo.
El programa de investigación, denominado Ford Fusion Hybrid Automated Research Vehicle, basa su capacidad en el empleo de la tecnología LiDAR para la confección de mapas tridimensionales en tiempo real con actualización de datos en tasas de 2,5 Millones de veces por segundo. El fabricante Ford señala que la meta del grupo es poner en el mercado la tecnología de conducción autónoma para el año 2025.
El coche autónomo según Ford
Los Ford Fusion Hybrid empleados en el programa, futuro Ford Mondeo en Europa, añaden cuatro sensores de escaneo de luz infrarroja y de nombre LiDAR – Light Detection And Ranging – que exploran el entorno a razón de 2,5 millones de veces por segundo. LiDAR emplea el haz de luz para efectuar el reconocimiento del entorno del mismo modo que un sónar, pudiendo reflejar la luz infrarroja en distancias de hasta 70 metros.
El uso de la tecnología LiDAR permite recrear mapas tridimensionales del entorno con total exactitud sobre elementos estáticos y móviles. Con esta información generada en tiempo real y combinada con otros sensores, bases de datos y conexión a internet, el vehículo es capaz de interactuar con el entorno para ofrecer asistencias avanzadas al conductor o una conducción completamente automatizada.
Menos accidentes, menos tiempo perdido y mayor eficiencia
Desde que Ford comenzará el desarrollo de diferentes programas de conducción autónoma junto a la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada en Defensa (DARPA), son más de 10 años de investigaciones en los que la adhesión de la Universidad de Michigan y State Farm han añadido importantes campos de investigación como son el impacto en la siniestralidad con motivo de la implantación de la conducción autónoma.
Con cerca de 34.000 víctimas mortales por accidentes de tráfico en los Estados Unidos en 2012 y cifras de congestión del tráfico rodado en crecimiento, la conducción autónoma se revela como la fórmula más eficaz para reducir números.
Además, la eficiencia y la reducción de emisiones también es punto crítico de la investigación al contar con tecnologías de propulsión alternativa que se sirve de la información recopilada en tiempo real para adaptar el funcionamiento del vehículo a las condiciones cambiantes del tráfico, meteorología, orografía, etc.
Las conclusiones del programa Ford Fusion Hybrid Automated Research Vehicle quedan bastante claras apostando por una sustancial reducción de los accidentes y de las emisiones de cada vehículo en circulación. Por ahora, en un momento donde cada vez más fabricantes hablan de coches autónomos, tendremos que esperar hasta 2025 para conocer todo el potencial de este programa como producto en el mercado.
Fuente: Ford
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