El IIHS, Insurance Institute for Highway Safety, lo ha vuelto a hacer. El organismo norteamericano ha publicado los resultados de la última remesa de modelos presentes en el mercado que se han enfrentado al Small Overlap Frontal Test. Una prueba que se aleja de las exigencias de NHTSA y EuroNCAP y en donde de nuevo volvemos a ver unos resultados más que preocupantes que nos hacen cuestionarnos qué entendemos por seguridad.
Esta remesa de pruebas ha tenido como protagonistas a los utilitarios, un segmento que está comenzando a hacerse cada vez más popular en los EE.UU. ahora que la eficiencia y los precios de la gasolina están más presentes en la vida de los norteamericanos. De un total de 11 vehículos evaluados, sólo 1 de ellos consigue salvarse por los pelos con la puntuación de aceptable.
Seguridad: no todo es cuestión de estrellas
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El IIHS realiza una prueba, digamos, más estricta en lo que a condiciones se refiere para el tráfico real. Esta prueba consiste en un impacto frontal del vehículo frente a un obstáculo que sólo afectará a un 25% de la superficie frontal del vehículo a una velocidad de 64 Km/h. En este punto, la absorción del impacto, la deformación controlada y la distribución de las fuerzas desde el punto de impacto son puestas a prueba para determinar cómo el habitáculo se ve afectado.
Desde que el IIHS comenzó a publicar los primeros resultados de estas pruebas en modelos que lucían orgullosos las 5 estrellas de EuroNCAP y NHTSA, no han sido pocas las polémicas suscitadas en torno al criterio que siguen los fabricantes para determinar la seguridad de un modelo. La pregunta resulta obvia entonces ¿Están los fabricantes diseñando coches seguros o sólo coches capaces de conseguir la máxima puntuación?
Firmas como Volvo han reiterado la importancia de los ensayos independientes con pruebas más allá de las que exigen EuroNCAP y NHTSA, un argumento que vuelve a ser subrayado por los pobres resultados que ha revelado la nueva remesa del IIHS.
Resultados preocupantes para modelos de 4 y 5 estrellas
Modelos como el Honda FIT (Honda Jazz en Europa) y Fiat 500 ha conseguido alzarse con las peores puntuaciones. El grado de deformación del habitáculo en la zona del pilar A y el desplazamiento de elementos de seguridad como el Airbag son algunos de los motivos que ponen de manifiesto que la prueba tiene bastante importancia a la hora de evaluar los daños en conductor y pasajeros.
Es realmente llamativo descubrir en las escenas como la absorción de energía por parte de la estructura finaliza en una seria deformación del habitáculo y de la puerta del conductor para comprometer la integridad del conductor. En el caso del Fiat 500, incluso la puerta del conductor terminar por romper su sujeción a la carrocería, algo que no tendría que suceder bajo ninguna circunstancia.
Fuente: IIHS
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