Con el BMW i3 ya entre nosotros y el BMW i8 a la vuelta de la esquina, los rumores ya se han adelantado en vaticinar el futuro de la submarca BMW i con nuevos modelos. Pero BMW quiere andar con pies de plomo hasta que el mercado muestra su capacidad real para absorber esta nueva apuesta por la propulsión alternativa.
Aunque todo apunta a que el BMW i3 será un éxito de ventas dado el volumen de reservas que se ha comunicado en no pocas ocasiones, la firma alemana quiere ser cauta ante el temor de un desplome de las ventas una vez el factor novedad cese. El caso del BMW i8 es radicalmente diferente, y de hecho BMW se guarda datos sobre previsiones de ventas y el futuro del modelo más allá de su planteamiento como vehículo estandarte de la submarca y de la capacidad tecnológica de BMW.
Un posible BMW i5 figura en todas las quinielas como la denominación de una berlina eléctrica a baterías con una autonomía capaz de alcanzar los 300 kilómetros por carga. El objetivo de este modelo sería el de poner en el mercado un planteamiento más convencional con un automóvil de tres volúmenes con mayor funcionalidad que el BMW i3 gracias a un maletero de mayores dimensiones y cuatro puertas de acceso independiente.
En estos momentos, BMW no desmiente que este modelo esté sobre la mesa de proyectos futuros, sino que pospone la llegada de un posible tercer modelo hasta que el ritmo de ventas de BMW i muestre a la firma cuál es la demanda real de sus productos.
Además, no hay que olvidar que la competencia juega un papel fundamental en el futuro de BMW i. El Tesla Model E o la futura berlina eléctrica de General Motors serán los principales competidores del teórico BMW i5, motivo por el cuál BMW deberá estudiar detenidamente cómo pretende plantarles cara.
Fuente: AutoblogGreen
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