AdaptIVe es el nombre que recibe el programa de investigación que marcará un antes y un después en la implantación de la conducción autónoma. La puesta en marcha de AdaptIVe podemos catalogarla como hito en el sector automovilístico dado el grado de participación con la totalidad de constructores automovilísticos europeos, los principales fabricantes auxiliares, institutos de investigación y universidades implicadas en el desarrollo de tecnologías para el sector de la automoción.
Entre los participantes de este proyecto cabe destacar Volkswagen como coordinadora y la participación de BMW, Daimler, PSA, Renault, Fiat, Volvo, Opel, Ford, Bosch, Continental y Delphi. Con semejante plantel podemos atrevernos a decir que la representación es plena, lo cual hace aún más importante la evolución de este programa para por fin tener entre manos un acuerdo global que defina qué es la conducción autónoma, su grado de aplicación y la regulación que regirá su implantación a gran escala.
El coche autónomo sienta las bases de su futuro
Aunque AdaptIVe arrancará en fase experimental con 7 vehículos autónomos en circulación, la idea es poner en común todo lo desarrollado por los diferentes participantes de cara a encontrar ese ansiado punto común que mantenga la conducción tradicional en pleno equilibrio con la llegada de la conducción autónoma como complemento de seguridad activa.
En un primer momento se dictamina que la conducción autónoma se dividirá en cuatro grados: «conducción asistida» donde lo tecnología sólo añade un plus a las acciones del conductor, «conducción parcialmente automatizada» donde situaciones específicas como atascos y aparcamiento podrán realizarse de forma autónoma con supervisión por parte del conductor, «conducción altamente automatizada» donde la conducción autónoma es capaz de hacerse cargo de la mayoría de escenarios aunque seguirá requiriendo la presencia activa del conductor en caso de riesgo, y «conducción plenamente autónoma» donde el vehículo será capaz de actuar por sí solo bajo cualquier circunstancia.
En estos momentos, la evolución tecnológica ha llevado a la industria a poder ofrecer en el mercado el primero de estos cuatro grados de aplicación de la conducción autónoma. Los sistemas activos de conducción asistida como la frenada autónoma de emergencia son una realidad cada vez más presente en fabricantes de toda clase y condición.
Un futuro prometedor y un presente repleto de dudas y escepticismo
El siguiente gran paso, fijado entre 2015-2017, es ofrecer conducción autónoma bajo condiciones y escenarios muy definidos: atascos, aparcamiento, etc. De este modo, ciertas rutinas de nuestros trayectos habituales podrían dejar de ser tan engorrosas para el usuario permitiéndole ahorrar tiempo y dinero al no estar al cargo de buscar aparcamiento en el centro de la ciudad como ejemplo más práctico.
La puesta en marcha de AdaptIVe supone un importante aliciente para sentar las bases del estándar, haciendo especial hincapié en la necesidad de encontrar un marco de regulación sobre la responsabilidad de la tecnología y de hándicaps actuales como la necesidad de un protocolo de comunicación V2V.
Fuente: Volkswagen
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