EE.UU. obligará a la instalación de cámaras de visión trasera en todos los vehículos de nueva fabricación a partir de 2018. Con esta nueva ley se cierra un capítulo que lleva no pocos años dando vueltas encima de la mesa de los reguladores norteamericanos que pretendían incluir esta tecnología como equipamiento de serie mucho antes de la fecha fijada.
Los constructores automovilísticos, aunque a favor de la mejora en seguridad que supone la instalación de las cámaras de vídeo traseras, han presionado para retrasar la aprobación de esta ley apostando por argumentos de sobrecoste en los modelos más económicos de sus gamas. Finalmente, la aprobación de la ley será efectiva en 2018 para todos los vehículos cuyo peso quede por debajo de los 4.500 Kg y afectando por igual a vehículos privados y profesionales.
La introducción de la medida podría salvar hasta 69 vidas al año
Según la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA), la instalación de este sistema de vídeo para la zona trasera supondrá salvar la vida de hasta 69 personas por año. Estos mismos datos ponen de manifiesto que los accidentes y atropellos por falta de visibilidad en la zona posterior son la principal causa en 15.000 lesiones por año.
El argumento del coste también ha sido valorado por la NHTSA apostando por un modelo donde la evolución tecnológica ha convertido los salpicaderos de nuestros coches en un tablero repleto de pantallas, visto así, el coste de integrar un cámara de vídeo trasera supone un extra medio por modelo de alrededor de 40€, mientras que en el caso de los modelos que todavía no hagan uso de ningún tipo de pantalla LCD el sobrecoste aumentará hasta 130 €.
Al margen de la medida, y teniendo en cuenta el ritmo de actualización que están imprimiendo los fabricantes en sus modelos, la NHTSA estima que el 73% de los automóviles de menos de 4.500 Kg vendidos en EE.UU. para 2018 traerán instalado de serie un sistema de visión posterior, convirtiendo a la medida en un impulso extraordinario para que la tecnología llegue al 100% del parque de nueva fabricación.
La nueva medida norteamericana también está entre los proyectos que se estudian en Europa. La adopción de sistemas de visión y/o filmación figura entre los grandes de proyectos para el mercado europeo en tanto al potencial de mejora de seguridad que ofrece la implantación a gran escala.
Sin embargo, al introducir en la variable las posibilidades de grabación en tiempo real de nuestra conducción, son muchos los usuarios y organizaciones en contra ante una posible vulneración de la privacidad. No así otras partes interesadas en la obligatoriedad de esta medida como son las aseguradoras de cara a poder contar con información útil de primera mano para evaluar cada accidente.
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