El desgaste de los neumáticos es, a todas luces, uno de los parámetros vitales de nuestro vehículo que más se descuida. Se trata de un aspecto de importante valor que marca la diferencia entre un vehículo capaz de adaptarse con éxito a cualquier escenario, y un vehículo que corre un elevado riesgo de perder el control en el momento en el que exista un déficit de adherencia. Continental, a través de una nueva tecnología de monitorización inalámbrica, pretende que el desgaste de nuestros neumáticos deje de ser ese gran desconocido.
La importancia de la información en el neumático
Continental In-Tire es la denominación de la tecnología desarrollada por Continental que apuesta por ofrecer datos de presión de inflado, límite de carga del vehículo y desgaste del neumático. Con estos tres parámetros bajo control a través de un sensor instalado en el interior del neumático, el usuario y el vehículo podrán conocer la información de cada una de las ruedas en tiempo real.
En Tecmovia hemos hablado en numerosas ocasiones del elevado potencial que todavía esconde el neumático para conseguir una mejor adaptación a lo largo de su vida útil. Lejos queda ya la única preocupación de controlar las presiones de tanto en tanto. Ahora, con la seguridad y la eficiencia como principales puntos de interés, el neumático está obligado a ofrecer información de primera mano para garantizar el mayor rendimiento.
Los planes de Continental para la comercialización de esta tecnología de comunicación inalámbrica ya han comenzado, aunque no se han facilitado fechas exactas. A partir de próximo mes de Noviembre, los sistemas de monitorización de presión de los neumáticos serán obligatorion para los turismos de nueva matriculación en la Unión Europea, por lo que la tecnología In-Tire no tardará en llegar demasiado.
Recientemente era Goodyear Dunlop la que apostaba por una idea muy similar a la que ahora nos propone Continental. Un concepto donde el neumático se comunicaba de forma directa con la ECU de nuestro coche para adaptar el funcionamiento de los sistemas ABS, ESP o el propio grupo motopropulsor al estado de los neumáticos.
Bajo esta idea, el vehículo es capaz de adecuar el funcionamiento de todos los sistemas a las condiciones reales del neumático como son temperatura de servicio, desgaste, carga, etc. Con una adaptación exhaustiva a cada una de las ruedas, la eficacia en la transmisión de par es mayor, proporcionando una mejor frenada y una menor pérdida de adherencia en condiciones extremas.
Fuente: Continental
En Tecmovia: ¿Y si los neumáticos se comunicaran con el ordenador de a bordo? | ¿Cómo el desgaste del neumático puede dejar de ser un problema en mojado? | Neumáticos del mañana: ¿Por qué más altos y menos anchos? | ¿Qué más pueden ofrecer los sensores integrados en el neumático?