Buena pregunta, ¿cómo se diseña un coche? Estoy seguro de que más de uno estará imaginándose una sala llena de diseñadores conectados a potentes ordenadores, pantallas inmensas, y avanzadas aplicaciones de procesamiento gráfico y generación de modelos tridimensionales. Y en parte en efecto así es. Pero, ¿sabías que mucho antes de esos modelos tridimensionales los diseñadores trabajan con un lienzo en blanco y un carboncillo? ¿Alguna vez te habías imaginado que para crear un coche los diseñadores han de mancharse las manos, literalmente, modelando el diseño en arcilla fresca?
Por sorprendente que resulte, la labor de los diseñadores es menos conocida de lo que parece, y probablemente sea uno de los aspectos más interesantes del desarrollo de un automóvil. Tal vez por eso, en el Salón de Barcelona de 2015 hayan decidido dedicar un espacio única y exclusivamente a mostrar al público asistente cómo se diseña un automóvil.
En el mejor de los casos, el diseñador recibe un papel en blanco sobre el que plasmar su idea. Y digo en el mejor de los casos, porque no siempre es así, en ocasiones el diseño tiene que partir de una base fija, pero en todos ellos, el primer paso consiste en comenzar a trazar los rasgos de un coche sobre un papel. Lo que también es común al diseño de un automóvil es el hecho de estar sujetos a unas especificaciones que vienen impuestas por los ingenieros, por requisitos prácticos, técnicos y de viabilidad, con un jefe de equipo que se encarga de intermediar entre los diferentes departamentos.
El diseño de bocetos sobre papel, o sobre lienzos, ya sean bosquejos vagos en monocromo, o incluso recreaciones más detalladas a todo color y diferentes perspectivas, no solo concierne al diseño general del vehículo, sino también al de detalles más concretos, faros, llantas, alerones, el habitáculo, o incluso los asientos.
Esos bocetos en papel acaban transformándose en un diseño digital, más fácil de manipular y corregir, o incluso a punto para distribuirlo a la prensa y los clientes para que puedan ir haciéndose una idea del aspecto definitivo del modelo. También se transforma en modelos tridimensionales que son mucho más próximos al diseño del coche definitivo, sea modelo de producción o prototipo. Diseños que en última instancia servirán para recrear fielmente las cotas y el aspecto de todos los detalles del coche.
Y a continuación llega una de las fases más desconocidas, la creación del Clay Model, un modelo en arcilla. Los Clay Model también pueden crearse en diferentes fases. En ocasiones se comienza con una figura de arcilla a escala, que siempre termina convirtiéndose en una figura a tamaño real, sobre la que los diseñadores, espátula en mano, podrán dar forma a la silueta del coche sin problemas. A menudo también se crean modelos de arcilla del habitáculo. Modelos que también pueden revestirse con piezas reales y materiales definitivos, por ejemplo llantas, neumáticos, placas metálicas, inserciones de plástico, e incluso lunas de cristal. Sobre esos modelos de arcilla los diseñadores también pueden jugar con los tonos de carrocería o investigando el uso de los materiales.
Y por último, tras todo este trabajo, llega el momento de construir el modelo definitivo, un Master Model completamente real, que en ocasiones será un mero prototipo, listo para ser mostrado en un Salón del Automóvil como el de Barcelona, a menudo incluso sin motor, ni capacidad funcional. Y en otros caso será una réplica fiel del coche que comenzará a fabricarse en poco tiempo.
En fin, un trabajo largo y delicado que bien puede prolongarse durante años. Una de las facetas más desconocidas del desarrollo de un automóvil que tendrá su sitio en el Salón de Barcelona.
En Tecmovia: Clay model: alfarería y modelos de arcilla en el diseño de automóviles