Si existe un compromiso que no debe pasarse por alto a la hora de hablar de movilidad alternativa, es la idea de que la energía empleada para movernos debe provenir siempre de fuentes de energía renovables. De lo contrario, la idea de de apostar por una nueva alternativa dejaría de cobrar sentido. A la hora de abordar la movilidad eléctrica, apostar por la obtención de energía de fuentes 100% renovables tendría que ser un obligado, sin embargo esto no siempre se cumple destapando un problema que debe de afrontarse lo antes posible.
Aunque a menudo hablamos de eléctricos como vehículos de cero emisiones, esta afirmación no es del todo cierta en la mayoría de los casos, pues no hay que olvidar que para hablar de verdadero impacto ambiental hay que tener en cuenta toda la vida útil del vehículo, desde su producción, hasta su reciclado, pasando por la energía que empleará durante su uso como sistema de transporte.
Con la aparición de modelos eléctricos, el debate sobre el verdadero impacto de los vehículos de cero emisiones ha cobrado mayor importancia. Las iniciativas que promueven la adquisición de estaciones de recarga solares junto al nuevo vehículo eléctrico son cada vez más habituales, viendo proyectos como los desarrollados por Tesla para su red de supercargadores o los de BMW i para sus modelos BMW i3 y BMW i8.
En países como España, donde el mix energético revela que entre un 30 y 40% total del consumo eléctrico actual procede de fuentes de energía renovable, se ha demostrado que el vehículo 100% eléctrico emite menos emisiones de CO2 que un vehículo similar movido por un motor de combustión interna. Aún así, no hay que olvidar que en estos momentos España no está preparada para soportar un muy rápido crecimiento del parque de vehículos eléctricos, un escenario que podría poner contra las cuerdas al suministro eléctrico si no se llevan a cabo iniciativas para el uso de recarga bidireccional, tarifas discriminatorias, etc.
Las ventas de vehículos eléctricos e híbridos enchufables siguen ganando terreno, sin embargo siguen siendo un porcentaje muy reducido del total. Este panorama permite pensar a largo plazo con una apuesta decidida por fomentar el autoconsumo mediante el uso de energías renovables, una idea que en España también se está viendo seriamente penalizada mediante peajes de respaldo y futuros impuestos añadidos a la generación de energía renovable en nuestro domicilio.
Apostar por un cambio de movilidad no tiene sentido si este esfuerzo no se ve respaldado con un cambio del modelo de consumo energético. Hace apenas unos días Tesla también mostraba su particular forma de rebajar nuestra factura y nuestro impacto ambiental mediante el uso del sistema Tesla Powerpack, una idea que se une a otras iniciativas para promover la generación de energía renovable en nuestros domicilios, permitiendo que el vehículo eléctrico a baterías cumpla su misión de reducir emisiones.
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