Si hace unos días se hacía oficial el desembarco de Android Auto y iOS Car Play como la gran revolución de los sistemas de infoentretenimiento, hoy descubrimos como Toyota y Ford anuncian una guerra abierta ante esta oleada capitaneada por Google y Apple. Partiendo del sistema SmartDeviceLink, antes conocido como Ford AppLink, Toyota y Ford prentenden apostar por una interfaz basada en código abierto que rivalice en igualdad de condiciones frente a las ofertas desarrolladas por Google y Apple.
Según explicaba Toyota al anunciar su alianza con Ford para usar el sistema SmartDeviceLink, este movimiento responde a la necesidad de seguir teniendo el control sobre las interfaces que instalan en sus modelos. Que el mayor fabricante de automóviles del mundo decida emprender esta guerra en solitario no es baladí, y es que hasta la fecha parecía que la práctica totalidad de fabricantes daban una calurosa bienvenida a Google y Apple a sus salpicaderos.
Los motivos de Toyota y Ford detrás de este movimiento se entienden ante la cesión de oportunidad de negocio que representan estos sistemas. Con Google y Apple tomando el control de las interfaces, todo el volumen de negocio en tanto a aplicaciones y servicios queda fuera del control de los fabricantes de coches. Aquí es donde Toyota, y otras marcas como Daimler que ya mostraron sus inconvenientes en el pasado, ven un claro peligro en la introducción de Google o Apple en la industria automovilística.
De lo que no cabe la menor duda es de que el movimiento de Toyota y Ford traerá importantes repercusiones, tanto a favor como en contra. El desembarco de Google y Apple en nuestros salpicaderos se promete como una verdadera revolución que hará las delicias del consumidor al asemejar el coche a cualquier smarpthone o tablet. Pero esta idea no son todo ventajas, y es que es la oferta de servicios y aplicaciones la que sigue arrojando importantes dudas en tanto a qué tipo de cambio se está provocando.
Fuente: AutomotiveNews
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