Finales de 2013, principios de 2014 será cuando conozcamos la manera de entender la propulsión alternativa según Cadillac. Todo lo que gira en torno a este proyecto guarda un secretismo muy alto debido a que, en gran parte, también estamos hablando del que será el reemplazo para el Chevrolet Volt y el Opel Ampera. Pero ahí se quedarán las similitudes ya que, entre la marca premium Cadillac y las demás variantes se establecerá un importante patrón de diferenciación para dar cabida a una gama bajo un mismo diseño tecnológico.
Desde algunos puntos ya se especula con las mejoras o modificaciones que puede sufrir el concepto Volt en el apartado que se refiere al sistema técnico. En el propio lanzamiento del eléctrico de autonomía extendida ya se apuntó a que las primeras modificaciones en las que se centraría General Motors pasarían por mejorar el apartado del motor convencional, más que invertir en el sistema eléctrico/baterías. El motivo es simple, y es que instalar un motor de explosión de mejores prestaciones y menor consumo es mucho menos costoso que adentrarse en mejorar otras partes del diseño.
Por todos es sabido que el motor 1.4 de inyección gasolina y aspiración atmosférica es el talón de Aquiles del actual Chevrolet Volt, su entrada en funcionamiento refleja unos datos de consumo que restan cualquier interés de ahorro en carburante cuando la estimación de gasto medio se va por encima de los 7 l/100 Km. Resumiendo un poco, se puede definir que instalar este motor fue la solución más asequible para mantener el diseño de eléctrico de autonomía extendida sin aumentar los costes de desarrollo que necesitó el proyecto en sus comienzos.
La idea con la que se concibió desde el primer momento al Volt fue albergando un diminuto motor de 3 cilindros sobrealimentado que mantuviese el consumo de gasolina a la par que los rivales híbridos una vez la autonomía eléctrica se agotaba, así se mantenía la ventaja con y sin batería cargada. Después… el bache económico obligó a rediseñar ciertos pilares del proyecto para poder seguir adelante.
Es por ello que todo el interés de la evolución de la plataforma se concentra en el que será su generador eléctrico. Las apuestas recogen multitud de posibilidades, desde un lógico downsizing, hasta una sustitución del 1.4 por un 2.0 Turbo para, a través de un alto par específico, albergar un consumo contenido en relación a las prestaciones que podría ofrecer para la recarga y alimentación de un sistema de propulsión eléctrico más potente en el sucesor del Volt, y más aún en el Cadillac ELR.
Cadillac por el momento solo se atreve a situar al futuro ELR en un plazo de tiempo de llegada a los mercados, remarcando a su vez que será un producto superior al Volt en calidad, carácter y prestaciones. Otro aspecto que posiblemente mantendrá con su llegada a los mercados será el aspecto coupe con configuración de dos puertas, un detalle que logrará marcar esa diferencia que tanto ansía General Motors para esta propuesta de futuro.
Fuente: WCF
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