El auge de la berlina media híbrida en Estados Unidos ha propiciado que Volkswagen no se quiera quedar fuera de este goloso nicho de mercado y por esa misma razón acuden al Salón de Detroit con un eficiente sedán “debajo del brazo”, más concretamente el nuevo Volkswagen Jetta Hybrid. Sin ir más lejos el propio Jetta se habría convertido en uno de los protagonistas del crecimiento de los de Wolfsburgo en Estados Unidos, alcanzando por primera vez los 500.000 vehículos en 2012 y aspirando al millón de vehículos anuales (del Grupo Volkswagen, en general) a finales de 2018.
El Volkswagen Jetta Hybrid es por tanto un producto a la medida del nuevo cliente norteamericano. Su mecánica se compone de un motor de combustión turboalimentado y de tan sólo 1.4 litros de desplazamiento que homologa 150 CV. Este cuenta con el apoyo de un motor eléctrico adicional de 36 CV que por sí mismo es capaz de mover al vehículo, sin consumir ni una gota de gasolina, durante aproximadamente 2 kilómetros y a velocidades no superiores a los 60 km/h.
En modo combinado, empleando la potencia de sendos motores, homologa alrededor de 170 CV. Cifra más que suficiente para una berlina de estas características.
Sin ir más lejos el 0 a 60 mph (97 km/h) lo practica en alrededor de unos 9 segundos. Cifra discreta, tal vez, pero bastante interesante si tenemos en cuenta que sus consumos se habrían reducido entre un 20 y un 30% respecto a un Volkswagen Jetta con un único motor de gasolina.
La energía eléctrica se acumula en un conjunto de baterías compuesto por 60 celdas situadas detrás de la banqueta posterior. Es lo suficientemente compacta como para acumular 1.1 kWh (un eléctrico como el Nissan Leaf almacena más de 20 kWh), pero también muy ligera puesto que apenas marca en la báscula 36 kilogramos. Por supuesto cuenta con dispositivos de refrigeración, monitorización de la temperatura, diagnósticos de seguridad y un sistema de desconexión automática para evitar cortocircuitos e incendios en caso de siniestro.
La batería no sólo se encarga de alimentar al motor eléctrico sino también a la instalación eléctrica de los sistemas a bordo. Se recarga aprovechando la frenada regenerativa y el freno motor aprovechando la función de alternador del motor eléctrico en estado de retención.
Pese a la incorporación de todo un dispendio de sistemas eléctricos: motores, baterías, transformadores, etc… el Volkswagen Jetta Hybrid apenas pesa 100 kilogramos más que su homólogo “no híbrido”.
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Fuente: Jalopnik
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