Muchos coches del DTM y otros campeonatos de turismos acaban dedicándose a los ascensos de montaña. Una apasionante disciplina deportiva en la que máquinas de todo tipo compiten en tramos de aslfalto cerrados, muy revirados y con una constante pendiente. La historia nos ha dejado auténticas joyas dedicadas a los ascensos, como el Porsche 909 Bergspyder. El Alfa Romeo 155 V6 Ti era el rival italiano de BMW y Mercedes en el DTM de los años 90. Su motor 2.5 V6 desarrollaba casi 500 CV, y era capaz de girar a 12.000 rpm. Su sonido en pleno ascenso pone los pelos de punta.
Ni un Fórmula 1 puede replicar esta deliciosa melodía mecánica.