Fifth Gear suele conducir crash-test extremos con el objetivo de demostrarnos qué ocurre cuando un coche tiene un accidente en condiciones muy diferentes a las pruebas EuroNCAP. Hace unos años puede que incluso se pasaran de la raya, estrellando un Ford Focus a 200 km/h contra un muro de hormigón. Aunque no es real, el resultado hace que se me pongan los pelos de punta. Que sirva como un simple recordatorio que demuestra que la supervivencia no es posible en choques a partir de cierta velocidad. Prudencia en las carreteras, por favor.
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Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...
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