El drifting es una auténtica locura. Puede parecer monótono, pero la habilidad necesaria para hacer bailar estos coches es tremenda. Pilotos como Matt Powers son auténticos maestros de esta danza automovilística, y en ocasiones se las arreglan para hacer bailar de formas nuevas a sus coches. Como por ejemplo, el bestial derrape de 360 grados en plena sesión de drfiting, sin pararse y sin perder la compostura. No os podéis perder este vídeo, grabado en la estadounidense Sonoma Raceway. Impresionante, sin duda alguna.

