Pa’ matarnos. Este kart lleva montado en posición delantera el motor CHT de 1,6 litros de un Ford Escort Mk4. De por sí, esto ya sería una auténtica locura, pero resulta aún más desquiciante cuando nos enteramos que este motor diseñado para el mercado brasileño – de donde también viene este engendro mecánico – está turboalimentado. De forma casera y nada segura, dicho sea de paso. No me extrañaría que tuviese 150 CV de potencia, si no más. El escape pasa a centímetros de la pierna del conductor, en pantalones cortos.
Quema rueda sin control, y nos hace desear ponernos en la piel del conductor. Bendita inconsciencia.