Las carreras de camiones son apasionantes, con cabezas tractoras de más de 1.000 CV, aligeradas, compitiendo a gran velocidad en revirados circuitos. Es un deporte de contacto, bruto y espectacular. Estos camiones de competición en ocasiones terminan dedicados a las competiciones de ascenso, especialmente en Estados Unidos. En esta carrera de ascenso en Suiza, un MAN de 1.400 CV de potencia, 5.800 Nm de par motor y 16 marchas se dedica a aterrorizar a los espectadores con derrapes, nubes de humo y una velocidad impropia para su tamaño.
Y sí, lo que lleva en la caja parecen chorizos o salchichas, pero son realmente cigarros, antes de ser cortados. Sí, es un tanto surrealista.