Salvaje. No hay otra manera de describir esta fulgurante vuelta a Nürburgring, a bordo de uno de los nuevos Audi TT RS. El deportivo de Ingolstadt está equipado con un motor 2.5 TFSI de nueva factura, con 400 CV de potencia – dicho sea, constantes entre las 5.850 rpm y las 7.000 rpm – y un enorme par máximo de 480 Nm, constantes entre las 1.700 rpm y las 5.850 rpm. Con un tren de rodaje de excelente puesta a punto y una eficaz tracción integral, ha logrado un tiempo de 7:48,40 en Nordschleife, un tiempo que aún podría haber sido inferior de no haber sido por un enorme sobreviraje en una de las primeras curvas.
Casi parece que su antepasado era un coche de rallyes del Grupo B, ¿verdad?