No es la primera vez que vemos un destrozo gratuito, incomprensible. Todo apunta a que en este caso estaba preparado. Que el fin de este todoterreno era ese. Una catarsis de neumáticos destrozados, una inmensa marca sobre el asfalto, olor a goma quemada, y una fiesta que no se detiene cuando el neumático no soporta el estrés y revienta, que continúa hasta que la llanta desgarra el asfalto y comienza a brillar incandescente. No lo intente en su casa. Según la descripción del vídeo, se rodó en un recinto privado y el único objetivo de este coche era acabar sufriendo esta tortura, y petarlo en Youtube, con un vídeo que ya va sobre los 38 millones de visualizaciones.
Vía: Jalopnik
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