Imagina que vas por la autopista, remolcando un caro Subaru Impreza WRX STI de competición, posiblemente de rallyes. Los remolques conllevan no pocos riesgos, y uno de esos riesgos es la temida «tijera», una pérdida de control del remolque que termine en accidente. No obstante, lo que en este caso sucedió fue un total desprendimiento del remolque. No es un remolque autónomo, ¡está fuera de control! Por fortuna, el final fue mucho menos dramático de lo que pudiera parecer. ¡Menos mal!
Dame tu opinión sobre este artículo
Ni fu, ni fa
Me ha gustado
¡Muy bueno!
Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...
Ver todos los comentarios [0]