La estupidez supina del día. Ha sucedido en Bulgaria, donde un grupo de jóvenes ha decidido que sería una broma graciosísima tapar el tubo de escape de un Alfa Romeo 156 diésel con unos trapos, y darle gas. El giro cómico es que han sentado a una persona justo detrás de la salida del escape. Incapaz de soportar la presión con sus manos, termina por apartar los trapos. Es entonces cuando – para algarabía y júbilo de los asistentes – una nube negra como el carbón sale de golpe, dejando más negro que a un minero a nuestro amigo.
Creo que nadie le explicó lo malas para la salud que son esas partículas de hollín.