Las cámaras prácticamente lo acosan en las calles de Londres. La gente lo rodea, a modo de comitiva, sacan su móvil para grabar la escena, mientras los spotters con sus cámaras más sofisticadas no dudan en saltar a la carretera para grabarlo, llegando incluso a entorpecer el tráfico. Se trata de un Bugatti Veyron, personalizado por Kahn Design, el preparador del que a su vez es propietario el dueño de este Veyron, Afzal Kahn. Este deportivo, no solo es uno de los más caros sobre la faz de la Tierra, sino que también viste una de las matrículas más caras jamás vendidas. Su propietario pagó más de 800.000€ por una matrícula tan sencilla, y descriptiva, como «F1».
Esa es una de las explicaciones por las cuales habría rechazado en 2013 los más de 8 millones de euros que le ofrecieron por el pack completo, el Bugatti Veyron y la matrícula «F1» (Daily Mail).
Fuente: Gumbal