Estos días salía a la luz un vídeo desconcertante. Empezando por el maltrato que se hacía de un superdeportivo como un Ferrari LaFerrari, que prácticamente es lo de menos cuando pensamos en el riesgo existente en ir a una velocidad excesiva por una zona residencial. El vídeo nos mostraba al propietario de este LaFerrari rozando su carrocería, y los bajos, sin ningún pudor y acelerando a fondo perseguido por un GT3. Hasta que en un momento dado, ese LaFerrari paraba a la entrada de una vivienda, junto al mencionado GT3 y un Bugatti Veyron, con una gran humareda a sus espaldas.
Según Jalopnik, la policía ya estaría investigando al propietario, que según parece habría alegado que tiene inmunidad diplomática. Hace poco os hablábamos precisamente de las prebendas del cuerpo diplomático extranjero en España, tales como importar vehículos sin aranceles, ni IVA, no pagar Impuesto de Matriculación, usar placas especiales, o evitar problemas con homologaciones. Por suerte no parece que los diplomáticos que conducen deportivos en nuestro país, que haberlos haylos, se comporten como este conductor de un LaFerrari.
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