Coger una radial y soldadura para encoger un Volkswagen Golf y convertirlo en el que probablemente sea el Volkswagen Golf funcional más pequeño del mundo puede parecer una locura, y de hecho lo es. Pero no ha sido ningún impedimento para que este hombre someta a un maltrato inhumano a este coche, que imaginamos ya estaba listo para ser achatarrado, y preparase una modificación digna del Dr. Frankenstein.
No sé a vosotros, pero a mí esta preparación, además de incómoda, no me parece nada segura…