Y literalmente. Los orígenes de la prestigiosa firma de moda se remontan a hace más de un siglo atrás, y una de sus señas de identidad son sus chaquetas y gabardinas estampadas con los característicos cuadros. Parece que el dueño de un (antes) precioso Maserati Quattroporte, previo al lavado de cara, ha querido aplicarle el mismo tratamiento a su berlina de lujo italiana.
Por la matrícula, es fácil deducir que estamos ante un coche matriculado en Arabia Saudí. El resultado, lejos de toda una obra de diseño al estilo del Lamborghini Murciélago LP640 de Versace, es más bien la pesadilla de todo aquél que se dedica a envolver regalos. Más que nada porque más que parecer vestido por Burberry está envuelto en papel de regalo de tal marca.
Un vinilo de cuadros color beige se extiende por absolutamente toda la carrocería, tapa por completo las ópticas delanteras e incluso parte del cristal delantero. El truco puede funcionar para el forro de un abrigo, pero hay muchas otras maneras de preparar con gusto un Maserati Quattroporte tomando como inspiración a la firma de diseño británica. ¿Empacho de petrodólares?
Vía: Autoblog
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