Casi todo el que escuche la palabra Prius recuerda al famoso híbrido de Toyota, uno de los “mixtos de propulsión” que más se ha adentrado en el mercado automovilístico español. Un vehículo con una combinación ahorrativa de motor de explosión y generador eléctrico que está construido, aerodinámica y estructuralmente, para ofrecer una comedida resistencia al movimiento. Una imagen de “perfección” que se va totalmente al garete al visualizar esta completísima preparación sueca.
Aseguran más 1 millón de horas invertidas, un coste de 106.000 € y tres personajes implicados (Classe Gustafson, Kenny Kyrk and Elvis Haggbom) que gastan aproximadamente un 50/50 de originalidad y dudoso gusto artístico aplicados a este bastante menos comercial Prius. Aparte de las personas a las que les guste el trato recibido por este ejemplar del compacto de Toyota, al menos el trabajo de estos suecos ha servido para poder darle forma y color a lo que se podría conocer como el Prius más extremo del mundo (a falta de nuevas noticias).
Una profunda pintura con característica de llamas, en amarillo y naranja, preside la preparación extendiéndose hasta las nuevas terminaciones de las protecciones delanteras, traseras y laterales, totalmente desproporcionadas hasta para el compacto más deportivo. Las ópticas de ambos puntos ganan unas cubiertas parciales vistosas pero probablemente muy poco útiles. Unas llantas de aleación multiradio en color negro aplanan las gomas hasta el mínimo con sus 20 pulgadas de diámetro.
El punto álgido del vistazo externo llega con las nuevas puertas, un tributo perfecto a las utilizadas por Koenigsegg (como en el CCGT), y con la salida de escape central con el símbolo del fabricante japonés en su extremo situada por debajo de un difusor extremo en fibra de carbono.
Una pequeña parte del presupuesto gastada nada más. Por dentro, un tapizado marrón de lo más “pegadizo” se extiende por todo el interior, en las pocas partes en las que los numerosos monitores LCD dejan espacio. Todos éstos conectados con un tablet pc que sirve de control en la zona central. Unos completos asientos tipo baquet adornan, junto a un pomo del cambio con forma de bola 8 de billar, el exagerado salpicadero donde se extienden diversos altavoces y un volante de cuero relativamente sencillo. La línea “multimedia” continúa desde el pilar A por el techo, en una instalación que sería más que ilegal en nuestro país.
La preparación tiene la denominación del Classe´s Garage y en el vídeo siguiente podéis apreciar sus rincones y sobre todo sus habilidades multimedia.
Más imágenes del Toyota Prius llevado al extremo:
Vía: carscoop
Más información: streetxtreme
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