Nombrar a Mansory es nombrar la opulencia en las preparaciones de gran calado, hechas para remarcar que se pueden hacer las cosas a lo grande y ser lo “más” en todo. Y sino lo creéis tan sólo hay que echarle un vistazo al Porsche Chopster, un modelo deslumbrante y bruto instalado sobre lo que antaño era un Cayenne. A la vista, diría que incluso hasta a vista de pájaro, el SUV de Porsche deja de ser de chapa para ser totalmente de fibra de carbono.
Este es el punto más vistoso y más bruto de todo el trabajo, la magna fibra se adueña de prácticamente toda la estructura combinando un color oscuro con el naranja para enganchar nuestros ojos a su cuerpo. Aún así las curvas del Chopster no se parecen demasiadas a las del Cayenne original pues ha sido ancheado ampliamente y sus faldas se han convertido en piezas casi casi de barco. El frontal se deshace en laminas incorporando unas luces LED rectangulares y un doble conjunto de luces antiniebla. Y serviría para parar un tren.
Por si esto no fuera poco la zaga se lleva la palma, y no porque tenga un buen alerón de techo o que le hayan salido unas generosas branquias a los laterales sino que el protagonismo lo lleva la parte más baja. Un difusor en forma de rastrillo conserva en su parte central un tubarro hueco cuadrado para la salida de gases que parece sacado de otro planeta. A título personal el detalle que parece no caer en un extremismo elevado es el de las llantas de aleación de finos y ondulados brazos en 23” de diámetro.
Tal tamaño de llanta y rueda tiene su lógica explicación. Entre las mejoras mecánicas practicadas por Mansory se encuentra el aumento de la potencia de frenado, gracias a la incorporación de unos enormes discos “rayados” de 42 cm y 37.5 cm de diámetro que entrarían en los primeros puestos de los rankings. A estas alturas, os imaginaréis que el propulsor va acorde a estos cambios. Un surtido bloque de ocho cilindros en uve asociado a un turbo de buenas proporciones ofrece 710 CV de potencia y nada menos que 990 Nm de par motor máximo.
Para terminar la parte interior recibe una serie de detalles en fibra de carbono y piel a juego en colores con el exterior aunque Mansory deja en manos del cliente su configuración. Incluso aporta una serie de equipamientos que incluso son extravagantes para el Cayenne, entre ellos una pequeña nevera, un portatil a juego con conexión a internet y amplios monitores para los reposacabezas delanteros.
Una encuesta rápida, ¿es más bruto el Chopster de Mansory o el Gemballa GTS?
Porsche Cayenne Chopster por Mansory.
Vía: motorauthority
En Diariomotor: Porsche Cayenne 2007, datos oficiales