En Ginebra pude apreciar dos de los automóviles que sin duda tendría en mi garaje, si me tocara la lotería claro. Dos modelos que combinan lujo y deportividad de manera excelente. Pertenecen a dos marcas emblemáticas con las que soñamos todos los amantes de los coches.
Por un lado una berlina de superlujo con corazón de deportivo, el Maserati Quattroporte Sports GT S. Por otro, un deportivo válido tanto para unas vueltas al circuito como para acudir al mejor Restaurante de París, el Bentley Continental Supersports. Como os comentaré a continuación, las similitudes entre ambos modelos se quedan en las altas prestaciones y el precio sólo accesible a pocos afortunados.
Bentley Continental Supersports
Visto de lado o desde atrás, éste Bentley parece un simple Continental GT pero al acercarme observo unas llantas negras, unas aberturas en el capó y unas entradas de aire verticales en el paragolpes delantero que me indican que me encuentro ante una versión especial. El color deportivo de moda, el blanco, acentúa toda las líneas de éste musculoso coche y realmente impresiona.
A continuación abren el capó y presencio el 6 litros W12 con dos turbocompresores que manda 800 Nm a las cuatro ruedas. Bueno, como en todo automóvil moderno realmente no se ve casi nada, es curioso como en este tipo de coches cuidan el detalle hasta en aquellas partes que no quedan a la vista. Este motor rinde 630 CV, hace el 0-100 Km/h en 3,9 segundos y llega hasta las 329 km/hora. Números de superdeportivo que alcanzan más merito cuando se consiguen tirando de más de dos toneladas de peso. El consumo mejor ni pensarlo pero al menos podría ser peor ya que puede emplear bioetanol E85 como combustible y es “menos contaminante”.
Por último, me ofrecen pasar al interior. Me acomodo en unos backets que me envuelven extraordinariamente y me fijo en que al ambiente de lujo que se presupone en todo Bentley le acompañan detalles deportivos como inserciones de fibra de carbono y el volante forrado en piel vuelta. Lo agarro, piso el acelerador y empiezo a accionar las levas tras el volante imaginando , o más bien soñando, que estoy en una Autobahn con 500 kilómetros por delante hasta llegar a Nürburgring. Despierto cuando el asesor de la marca me invita amablemente a salir. Antes, toco el salpicadero envuelto en piel y me fijo en que ésta versión carece de asientos traseros para bajar el peso que aún así sigue siendo elevado.
Maserati Quattroporte Sports GT S
Bajo mi punto de vista, no hay otra berlina de lujo que mezcle de una forma tan sublime elegancia y deportividad. En los años que lleva en el mercado las admiraciones ante su diseño han sido constantes. Ahora, tras un ligero restyling llega la versión más potente de la gama.
El motor que equipa es el 4.7 l del Quattroporte S con un sistema de escape modificado para rendir 10 CV más llegando a los 440 CV asociado a una caja automática de 6 velocidades que efectúa los cambios más rápidos que en el resto de versiones. Detrás del volante unas levas de excelente diseño y tamaño permiten seleccionar los cambios de forma manual.
En el interior la madera y el cuero dejan paso a la tapicería mixta piel-alcántara y a inserciones simil fibra de carbono que le dan un toque deportivo dentro de un ambiente de lujo. Éstas inserciones se encuentran en el salpicadero, consola central, pomo del cambio y en el volante, otorgándole un extraño tacto frío al sujetarlo. Detrás, mucho espacio y la posibilidad de equiparlo con todo tipo de comodidades aunque esta berlina de lujo no sólo mima a los pasajeros sino que permite un máximo disfrute al conductor.
En definitiva, dos automóviles maravillosos. La verdad que es una sensación extraña entrar en dos coches que es casi imposible que algún día posea, aunque si tuviera la oportunidad de conducirlos sería una experIencia que nunca olvidaría.
Ginebra, impresiones en directo II: Lujo deportivo
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