Steinmetz tiene la capacidad de “toquetear” finamente los modelos de Opel con su estilo personal y no excesivamente radical, rivalizando en este subjetivo mundo con Irmscher. Después de haber modificado modelos más comerciales de la marca alemana opta por ofrecer un pequeño trabajo para el Agila, procurando que este utilitario intente ganar esa deportividad de la que carece de forma innata.
No hay nada del otro mundo si únicamente cambias el original tubo de escape, en un aburrido gris estándar y con forma cilíndrica, por una salida trapezoidal y con acabado cromado. Otro galla cuanta cuando apreciamos las ruedas, un cambio totalmente radical desde las de aleación en 15” que se pueden incluir. En su lugar se encuentran unas multirradiales de 17” con neumáticos 195/40 R17 de BF Goodrich. No aptas para todoterreno pero con más agarre que las gomas convencionales.
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Estas opciones podrían haber sido incluidas manualmente por cualquiera así que para darle más credibilidad a la preparación se le puede incluir una delgada pegatina lateral en color gris. La imagen “apastelada” del Agila se colapsa todavía más con la rebaja en centímetros de su altura, en unas 3 unidades, gracias a una suspensión que probablemente esté demasiado optimizada para lo que es el uso normal atribuible a este modelo.
Tras este visible aumento de “capacidades deportivas” se esconde algo más para el interior con dos novedades: nueva palanca de cambios con parte superior en aluminio e inferior en negro más cuatro nuevas alfombrillas con el logo de Steinmetz.
Probablemente Steinmetz es de los pocos que se ha atrevido a preparar el Agila y probablemente sea porque es un vehículo que se presta poco a intentar ser deportivo.
Opel Agila Steinmetz
Vía: motorpasión
Más información: steinmetz
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