Por lo que sabemos, Chrysler continúa su proceso de reestructuración, tras su declaración en bancarrota. Simplificando mucho, los activos antes propiedad de Chrysler LLC se liquidarán en parte para pagar sus deudas, el resto formará la semilla de una nueva empresa. La nueva empresa, propiedad de entre otros la UAW (United Auto Workers, un sindicato del sector) y Fiat, comprará los activos más interesantes de la antigua Chrysler. Las malas noticias apuntan a que en el paquete a liquidar podrían ir los Jeep Wrangler y Dodge Viper.
Por lo que ha trascendido, entre los activos de la antigua Chrysler – valorados en 2.300 millones de dólares – se encuentra la planta de Conner Avenue, donde se producen los Viper con 115 empleados, así como la línea de producción de los Jeep Wrangler. Antes de valorar esta decisión jurídico-económica debemos saber que Chrysler llevaba intentando vender Viper durante un año, en busca de liquidez. Saleen Cars llegó a estar muy interesada, antes de que tuviese que acometer una reestructuración económica.
“Chrysler LLC está evaluando alternativas estratégicas para el Viper, entre las que se incluyen su venta a un comprador interesado”. Esta declaración de un responsable de Chrysler se suma a los informes que reportan al Jeep Wrangler y su línea de producción como activos con buena salida comercial, a pesar de que un hipotético comprador debería hacer frente a al menos 500 millones de dólares para reestablecer la marca. Más vehículos que podrían ser vendidos son las pick-up superventas Dodge Ram y Dodge Dakota.
Todos esfuerzos y sacrificios son parte del cambio que sufrirá Chrysler, dando un giro hacia la competitividad y la eficiencia en el consumo de combustible gracias a la ayuda de Fiat. Pero paremos a pensar, ¿se están tomando las decisiones adecuadas? El Jeep Wrangler es uno de los pocos todoterrenos auténticos que quedan en EEUU, y además de gozar de un gran éxito comercial es un icono. Es robusto, capaz y fiable, y no entiendo que racionalidad puede haber en liquidar al padre de toda la marca Jeep.
Lo mismo se aplica al Dodge Viper, un superdeportivo con mucha personalidad y sabor americano, personalmente uno de mis coches favoritos. Toda su producción se vendía sin problemas, incluso en tiempos de crisis, existiendo una amplia lista de espera. Desde que se lanzase a principios de los años 90, además de suponer un gran espaldarazo para la imagen deportiva y dinámica de Dodge, su imagen rebelde y radical ha llenado miles de paredes de aficionados al autómovil en forma de pósters.
Chrysler necesita dinero y Fiat ya cuenta con varios superdeportivos bajo su paraguas, pero no es competencia para Ferrari ni Maserati, es de hecho diametralmente opuesto, lo que lo hace muy especial. Finalmente es una pena que las Dodge Ram puedan liquidarse también, principalmente porque eran los vehículos más competitivos del Grupo Chrysler y que más volumen de ventas movían. A medida que avance el proceso de reestructuración iremos conociendo más información.
Una cosa es segura, nada volverá a ser como antes.
Vía: World Car Fans, Autoblog
En Diariomotor: Chrysler se declara en bancarrota e inicia su reestructuración, Fiat podría convertirse en el segundo fabricante mundial con su ambicioso plan de expansión