Typhoon RS, un señor X5 explotado por G-Power hasta los 625 CV

Hay que ver lo que da de sí el BMW X5, la verdad es que junto al Cayenne son dos de los SUVs que más se tienden a retocar deportivamente hablando (aunque podemos mencionar que muchas veces el resultado es, al menos, controvertido). El nuevo Typhoon RS es un buen ejemplo de cómo se puede embrutecer al no-todoterreno de BMW con una buena dosis de potencia extra.

G-Power es una especialista en los motores BMW, de eso no hay duda y hay buenas “muestras” de ello. Para este X5 tan especial y con esas siglas tan rinbombantes al X5 con el motor 4.8 V8 para partir ya de una buena cantidad de caballos. Sumando una buena reprogramación de centralita junto al trabajo incansable del compresor G-POWER SK III RS, el ocho cilindros en las revoluciones exactas devuelve 625 CV, enjugado con un enorme par que alcanza un máximo de 700 Nm. Ya le gana al X5 M por goleada.

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En cifras este X5 es capaz de sobrevolar los 100 km/h en 4.5 segundos por no hablar de que la aguja de su marcador ha sido capaz de moverse, durante las pruebas, hasta los 285 km/h. Teniendo en cuenta que el X5 M no es precisamente “flaco” en kilogramos son unos tiempos de infarto. La fuerza desarrollada por el V8 se traslada a las cuatro ruedas mediante el xDrive y a través de una caja de cambios automática de 6 marchas.

Bastante difícil es hablar de su pinta externa porque luce cual humano después de muchas horas de gimnasio. Crece en dimensiones con sus nuevas piezas externas, incluyendo un poderoso alerón y un nuevo frontal donde lo que mejor lucen son las luces LED diurnas. Las llantas son de un diseño muy común en G-Power pero son poco apropiados para cualquier incursión que se quiera hacer fuera del asfalto. ¿Adivináis cuál es el otro material para el difusor o el spoiler delantero? Exacto, la fibra de carbono.

G-Power Typhoon RS BMW X5

G-Power permite vender directamente el X5 preparado o “reprogramar” por su cuenta un X5 ya adquirido. En cualquiera de los casos el comprador adquiere además un interior remozado con pedales de aluminio, volante deportivo en cuero y un velocímetro “marca de la casa”.