Aunque no eran de lo más esperado del salón el Subaru Legacy y el Subaru Outback de nueva generación han hecho acto de presencia en el Salón de Frankfurt. Lo primero que se ha notado al verlos en directo es que Subaru quiere dejar de lado esa sensación de acabados insulsos y de diseños algo anticuados.
Desde el Impreza hasta ahora Subaru ha demostrado que quiere seguir con su filosofía centralizada en la comodidad de conducción y de viaje pero sin renunciar a expresar una calidad tanto por dentro como por fuera. Sin duda el modelo que más se viste de nuevo es la berlina Subaru Legacy, con unas curvas más pronunciadas y unas líneas más europeas. Nada que ver con el Legacy del 2008, mucho más “cuadrado”.
Su interior es todo un acierto de diseño aunque en este caso el paso es contrario. Subaru vuelve a una estructura clásica, abandona los paneles en relieve de las puertas y los huecos redondos para retomar formas geométricas. Personalmente me parece mucho más bonito así. Ahora sus viajeros irán más cómodos puesto que el habitáculo es más grande e incluso se incrementa la capacidad del maletero.
Por su lado el Subaru Outback crece en dimensiones y gana como más músculo por sus reformadas formas, de eso no hay duda. Se puede decir que ahora es más SUV que familiar con lo que es fácil encuadrarlo al nivel de Audi A4 Allroad, Saab 9-3X y compañía. Gana en espacio por todos su ángulos incluyendo su altura al suelo, factor clave junto a las suspensiones y a la tracción total para ofrecer unas mínimas capacidades “off road”.
A nivel de motores ni Legacy ni Outback son excesivamente cambias, permanecen los fuertes motores bóxer con versiones turboalimentadas hasta los 265 CV de potencia. Los boxer diésel son también bloques recurrentes de los que se servirán sedán y SUV para ofrecer los mejores consumos de toda la gama.
Subaru Legacy y Outback en Frankfurt 2009
En Diariomotor: Subaru Legacy y Outback | Subaru Legacy 2009 | Subaru Outback 2010