Nacido con alma urbana el Honda Civic es la apuesta del fabricante nipón para atraer a los más jóvenes hacia sus productos. La octava generación del compacto fue presentada en 2006, con una línea rompedora a la que poco a poco nos hemos acostumbrado a ver por nuestras calles, en esta ocasión pondremos nuestras manos sobre un Honda Civic 1.8 i-VTEC Sport de cinco puertas, acompañadme en este viaje.
La unidad probada tenía pocos extras montados, tapa del depósito, rejilla delantera y alerón trasero, pero no nos debemos engañar, porque el equipamiento de serie es espectacular, incluyendo elementos como limpia parabrisas automáticos, sensor de lluvia y de aparcamiento entre otros que iremos mencionando en estos artículos. Empecemos con un análisis del exterior, para después introducirnos en el habitáculo y realizar un análisis de sus características técnicas antes de girar la llave y pulsar el deseado botón rojo que arrancará el motor.
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Diseño
Exterior
Esta carrocería de cinco puertas mide 4256 mm de longitud, 1765 de ancho y 1460 de altura, la batalla es de 2635 mm. Si lo comparamos con un Mazda 3, el Honda es más corto, y prácticamente idéntico en el resto de medidas, a pesar de que el rediseño del Mazda ha sido más agresivo este año, el Civic no tiene nada que envidiar y se sigue manteniendo tan fresco como en el momento de su introducción al mercado.
Con la actualización que recibía hace aproximadamente un año, Honda introducía una nueva calandra delantera de serie, a la que se suma la opcional rejilla con un patrón de nido de abeja. De esta forma se ha escuchado las peticiones de un porcentaje de clientes que encontraban la anterior calandra acristalada de lado a lado del coche demasiado atrevida.
La carrocería altamente muscular ha sido pintada en color Negro Cristal Perlado, en mi opinión uno de los más adecuados y más si equipamos la parrilla opcional. Las marcadas nervaduras presentes en la carrocería dotan de un marcado carácter a un coche que, a pesar de su par de puertas extra, tiene espíritu deportivo. Las puertas traseras han visto como su presencia se maquilla en gran parte gracias a la reubicación de los tiradores, que podemos encontrar en el punto donde finalizan las ventanillas.
En nuestro camino a la zaga nos encontramos con las llantas de 17 pulgadas, calzadas por neumáticos 225/45 presentan un compromiso muy aceptable entre apariencia deportiva y confort en marcha. Una vez en la zaga, podemos encontrarnos las características salidas de escape triangulares acompañadas por las rediseñadas ópticas traseras.
Interior
El interior es donde podemos apreciar con más claridad el salto cualitativo entre este compacto y los de la competencia, los materiales usados tanto en el salpicadero como en el tapizado son de alta calidad y el salpicadero no tiene el tan temido tacto a plástico barato. Los botones y ruletas tienen un buen ajuste y no presentan holguras y a pesar de que no se dispone de muchas zonas con tacto acolchado, el plástico ha sido tratado con un efecto metálico en distintas zonas del coche.
El equipo de sonido, con capacidades MP3, se integra en el salpicadero y cuenta con interfaz para iPod y USB, conectores que podemos encontrar en el reposabrazos. Un total de seis altavoces nos entregan el sonido y además de controlarlo desde los típicos botones en la consola central, también disponemos de cierto control desde el volante multifunción.
Una vez sentados a los mandos del Honda Civic nos encontramos en frente el volante forrado en cuero y con controles para el equipo de sonido, ordenador de abordo y velocidad de crucero. Una de las gratas sorpresas fue el pedalier deportivo fabricado en aluminio que se integra de serie, la distancia entre pedales es muy apropiada y permite realizar la maniobra de punta tacón con gran facilidad.
Detrás del volante está dispuesto el cuadro de instrumentación, que incluye la pantalla del ordenador de abordo, e indicadores de temperatura, nivel de gasolina y revoluciones por minuto. Para informarnos de la velocidad a la que circulamos deberemos mirar hacia arriba, donde el indicador numérico del velocímetro está flanqueado por unas luces que nos indican cuando subir o bajar de marcha y al otro lado otras luces nos indican cuan económica está siendo la conducción. En una pantalla situada a la derecha de la del velocímetro se nos presenta la información del equipo de sonido y temperatura del climatizador.
Habitabilidad
El habitáculo se beneficia de una gran luminosidad, en parte gracias al reclinado parabrisas, sobre todo si nos encontramos en las plazas delanteras. Los asientos delanteros, a pesar de no ser tipo “bucket“, hacen un trabajo correcto recogiendo a los ocupantes, con un acolchado firme pero confortable que no será un problema en las travesías más largas.
El habitáculo está orientado hacia el conductor, con los botones cerca del volante y a pesar de distribuir la información en tres pantallas, esto no supone un gran problema, aunque tal vez sería deseable una distribución un poco distinta de los datos mostrados. La palanca de cambios está cerca del volante, lo que ayuda a tener más tiempo las manos sobre este, y su pomo forrado es cómodo.
Las plazas traseras acogen con holgura a adultos y el acceso a ellas se ve favorecido por unas puertas que se abren hasta colocarse en situación perpendicular a la carrocería. El espacio volumen de carga del maletero es de 485 litros, superando en 145 litros el maletero del anteriormente mencionado Mazda 3, aunque esta ventaja requiere un sacrificio, el de la rueda de repuesto, que no estará presente en caso de reventón. La boca del maletero no se ha visto comprometida por el anguloso diseño y tanto su anchura como altura, casi a nivel con el fondo del maletero, no suponen inconveniente alguno.
Visibilidad
Este es un coche que requiere un pequeño periodo de adaptación, pues aunque la visibilidad delantera es excelente, el inclinado morro del que dispone hace que coger las distancias adecuadas para aparcar sea inicialmente un poco complicado. Quizás el mayor problema que le he encontrado al coche es su visibilidad trasera, el parabrisas posterior está dividido con una franja de plástico en el medio, que corresponde con la posición del alerón exterior, algo similar a lo que pasa con el Citroën C4 y en este caso es muy útil el sensor trasero de aparcamiento disponible de serie.
En la segunda parte revisaremos el equipamiento con un poco más de profundidad y podremos comprobar que es preferible un buen equipamiento de serie a un inmenso equipamiento opcional. La tercera parte queda reservada a la dinámica y a un análisis de sus rivales.
- Honda Civic 1.8 i-VTEC Sport a prueba, segunda parte
- Honda Civic 1.8 i-VTEC Sport a prueba, tercera parte
Honda Civic Sport
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