La salida de la senda de la bancarrota de Chrysler se hace notar por su vuelta a la “competición” del SEMA, ese encuentro donde todo el tuning que te puedas imaginar y más tiene lugar. MOPAR, una de las divisiones de Chrysler, es la encargada de preparar dos Jeep y dos Dodge como escaparate de su capacidad.
Si empezamos por orden alfabético nos encontramos con un Dodge Challenger muy especial. El Dodge Challenger 1320 es lo que se podría definir como coche para las carreras callejeras. Está cargado de una estética arrolladora con llantas MOPAR y un capó con huecos de ventilación pero a la vez también es ligero, del interior se ha borrado todo vestigio de detalles superfluos.
Su preparación para carreras habla por sí sola una vez que se le echa un vistazo a la mecánica. El motor V8 HEMI ha sido aupado hasta los 556 CV de potencia y sus gases sobrantes pegan un salto “por encima” del silenciador para producir un sonido considerado ilegal. El Challenger 1320 también incorpora unas suspensiones coilover y un diferencial autoblocante ARB.
La preparación que han hecho sobre el Dodge RAM es prácticamente lo contrario a la del Challenger, en lugar de dejarse llevar por la agresividad lo hace más bien por la calidad y el buen acabado. La pick-up pasa de ser un mero todoterreno con caja de carga a ser un vehículo para enseñar y para viajar: Dodge RAM Bianco.
Este RAM tan especial está adornado con una pintura perla de color blanco y unas enormes llantas de aleación de 22 pulgadas, esta vez con un perfil de ruedas apropiado a su tamaño. En el interior, que desgraciadamente no podemos ver, brillan detalles pulidos y los asientos son de cuero con dos tonos diferentes. Además incorpora un equipo de sonido Kicker para redondear la jugada.
Lo “gordo” llega con las dos preparaciones que han realizado del Jeep Wrangler. La primera, la Jeep Wrangler Lower Forty, es la más radical de todas y está basada en la versión de dos puertas Rubicon. Para empezar porque se nutre de un potente V8 HEMI de 5.7 litros, una burrada si consideramos su tamaño.
Para seguir porque monta una combinación de llanta y neumático de 40 pulgadas de diámetro preparado para afrontar tanto un monte como el desierto como si de asfalto se tratase. Monta unos grandes pasos de rueda y unas barras antivuelco por si acaso, aunque lo que más llama a la vista es el inclinado parabrisas delantero.
El último trabajo sobre el Wrangler es el Overland Image Vehicle. En vez de ser una bestia para ofrentar todos los terrenos posibles es un Jeep Wrangler preparado para irse de excursión. Cuenta con una suspensión más elevada de lo habitual, en torno a los 7.6 cm, un extra importante de luces y varias protecciones para no quedarse tirado.
La comodidad de los pasajeros no es el punto fuerte en absoluto salvo a la hora de dormir, porque este Wrangler tan especial incluye una tienda de campaña en el techo para pernoctar sin alejarse del vehículo, con capacidad para dos personas.
Prototipos de Chrysler para el SEMA
Vía: zercustoms
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