El Mazda 2 es un coche pequeño con un diseño muy fresco que desde hace varios años se vende en nuestro país, en carrocería de tres y cinco puertas. He podido catar con bastante profundidad el Mazda 2 1.6 CRD diésel de 90 CV y de ahí ha nacido esta prueba.
Como es habitual la primera parte versará sobre los aspectos de diseño y habitabilidad del coche. La segunda lo hará sobre el equipamiento principal y, por último, en la tercera parte hablaremos de la dinámica, los competidores y sus pros/contras.
Diseño
Exterior
Mucho se ha hablado del Mazda 2 como un pequeño “huevito”. Lo cierto es que es un utilitario pequeño, de 3.89 metros de longitud, pero bastante estilizado, lejos del estilo cuadrado de hace unos años. Para empezar lleva parte de la marca que ha impreso Mazda en sus últimos modelos, regada por un sencillo frontal redondeado en el que aparecen grupos ópticos integrados y destacadas luces antiniebla.
Se caracteriza además por ser un coche bastante sencillo en sus acabados más básicos y sin embargo en un nivel como el Sportive su diseño externo es más bonito. Por ejemplo porque lleva los parachoques y los retrovisores del color de la carrocería o porque los marcos de las puertas y la luneta trasera están acabados en color negro. Del acabado Sportive destaca además su aspecto más deportivo o sus llantas de aleación de 16”.
Interior
El diseño del interior del Mazda 2 con acabado Sportive es ligeramente superior al del resto de acabados y sin embargo parece que les sigue faltando algo. Los plásticos son los materiales más utilizados para los paneles. A favor se puede decir que los embellecimientos que recubren las salidas de aire o la consola del conductor no ofrecen un aspecto tan “plasticoso”.
Para los paneles de instrumentos el Mazda 2 acude al estilo circular, las salidas de aire son redondas y salvo en la radio o en el volante todos los botones gastan esa figura geométrica. El salpicadero tiene una forma bastante sencilla, es bastante plano y no deja lugar a relieves originales. La consola del conductor es también sencilla, con tres diales, y está recubierta por un pequeño toldo.
En concreto este Mazda 2 lleva un acabado de dos colores: un tono beige para los pilares o el techo y un tono negro para las puertas y el salpicadero. Los asientos son de una textura de tela con un diseño central de puntos bastante discreto que además también decora parte de las puertas. La única concesión a la calidad se encuentra en el volante y en la palanca de cambios, que están recubiertas de cuero.
Habitabilidad
Habitáculo
El habitáculo del Mazda 2 está bien ajustado para sus dimensiones (3.89 m de largo x 1.7 m de ancho x 1.48 m de alto), no se nota ni que falte ni que sobre espacio. Por su forma los pasajeros delanteros disfrutarán de una amplia comodidad con espacio suficiente hacia todos los lados, a excepción de la altura que es uno de los puntos flacos.
La calidad de los asientos en cuanto a confort es bastante buena pero no hay que esperarse un comportamiento como el de unos asientos recogedores, porque no es el caso. El tacto de las butacas es bueno. Desde los dos primeros asientos la consola central no se encuentra a una distancia cómoda, sin que haya que ir tumbado en el asiento para notarlo. Para el conductor no tiene demasiada importancia ya que cuenta con mandos de varias funciones en el volante.
Las plazas traseras son relativamente justas si se juntan tres adultos y con dos adultos y un niño el espacio es correcto pero sin lujos. El inconveniente de estas plazas está en el relativamente corto espacio para las piernas y en el techo, cualquiera que pase del 1.80 de alto puede sentirse incómodo. El punto fuerte está en los tres reposacabezas ajustables en altura, no demasiado recogedores pero sí cómodos.
Un aspecto a valorar también de las plazas traseras es el cómodo acceso que se tiene a través de las puertas y un detalle cada vez más visible en los pequeños coches modernos: el cinturón central cuelga de un enganche pegado al asiento y por tanto se abrocha tal cual se estuviera en la plaza trasera izquierda. Dada la corta anchura del túnel central, este pasajero centrado puede tener una cierta libertad para colocar sus piernas.
Uno de los puntos fuertes a mi modo de ver del interior del Mazda 2 está en los diferentes huecos para portar objetos. Las puertas tienen una banda recogida para llevar papeles y demás, y las de delante tienen una parte más ancha para llevar botellas. Un espacio similar existe en el túnel central a la altura de los asientos delanteros, con hueco para una lata de bebida.
A los lados de la consola central aparecen dos espacios más que se insertan dentro del salpicadero, no demasiado anchos pero si suficientes para esconder algún objeto que no se quiere tener a la vista. También es interesante la guantera que aunque no es muy agraciada estéticamente está dividida en dos compartimentos, uno para papeles y otro para diversos objetos.
Visibilidad
El parabrisas del Mazda 2 es amplio, la visibilidad es grande en ese aspecto porque además sus pilares son relativamente finos. A través de los cristales laterales se pueden ver unos retrovisores bastante grandes, uno de los puentes fuertes que personalmente valoro en este coche y que cada vez está más a la orden del día. Su anchura y su altura reducen los ángulos muertos de visión.
A priori la luneta trasera es bastante amplia en comparación a su anchura, lo que debería favorecer una gran visibilidad desde el retrovisor interior. Sin embargo con los reposacabezas traseros desplegados al máximo esta visibilidad se reduce bastante. De todas formas con el apoyo de los espejos exteriores no hay demasiados problemas para tener bajo mínimos los puntos muertos de visión.
Maletero
El maletero del Mazda 2 es el apropiado para su tamaño. Exactamente cubica 250 litros de volumen y tiene unas buenas características que facilitan la introducción y el manejo de objetos en su interior. La intromisión en la caja del maletero de los arcos de ruedas es la menor posible y la boca de entrada está a una buena altura. La gran pega se encuentra en que la parte más baja de ésta es poco ancha.
Si se quiere exprimir un poco más el espacio se pueden abatir los asientos traseros, en dos partes, gracias a unos sencillos tiradores. El volumen de carga puede aumentar hasta los 787 litros aunque la superficie de apoyo no es en absoluto uniforme porque los asientos, aunque quedan en paralelo con el suelo, se encuentran a distinta altura. Aún así no debería ser una pega para bultos medianos.
La segunda parte estará dedicada al equipamiento de este Mazda 2 y la tercera parte a su dinámica, precios y competidores.
- Mazda 2 1.6 CRD de 90 CV Sportive a prueba (II)
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Mazda 2 1.6 CRD de 90 CV Sportive a prueba
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